Platicando con las flores marchitas sin color ni olor,
descubrí que no estaban muertas!
solo estaban cansadas por su estado.
Eran dulces y amenas mientras platicaban,
vivas y radiantes en su raíz.
Platicando con las flores marchitas sin agua ni abono,
descubrí que eran fuertes
pero estaban esperando nerviosas.
Eran únicas en su esencia
e irónicamente adornaban el patio.
Platicando con esas flores,
entendí que estaban vivas por amor,
y vivas de esperanza.
Muy bueno Lauralima. Yo vo en tu canto a las flores todo un canto a los seres humanos. Un abrazo. Muy bien escrito.
Esa es la esencia de las personas.
Buena metáfora, Laura.
Un abrazo.
Eran dulces y amenas mientras platicaban,
vivas y radiantes en su raíz…en verdad creo que si escuchasemos mas a la naturaleza y pudiesemos sostener ese dialogo vivo,no faltaría nunca ni agua ni abono.Cariños.
Diesel,
mil gracias como siempre por tus comentarios. Saludos
Wersemei,
Agradezco tu comentario. Saludos afectuosos.
Flama,
muchas gracias por tu comentario.
Saludos afectuosos
laura lima que pureza y bienestar tienes eres la flor con mas vida del mundo danzo con tus poemas y me envuelvo en vida muy bien escrito