Este domingo soy un mundo de silencios en el fondo de todas las cosas; una pluralidad de silencios ofreciendo sonrisas a las palabras… y, sin embargo, no encuentro ese vocablo preciso que se convierta en espuma sobre el horizonte que se desespera en estos resquicios de luz en medio de la inconcreta oscuridad. Febrero se acaba y hay algo más que un cuerpo buscando ideas. ¿No escuchas sus latidos?. !Cómo se aferra a la memoria para no morir!.
El afán por conquistar una historia para que tú la puedas leer hoy, exactamente hoy y no ayer ni mañana, es sólo, al final, una hoja blanca sobre fondo blanco; una serie de blancos peldaños aún por escalar. Esto es mi silencio de hoy. Una historia todavía no escrita porque está esperando a que tú la vivas, a que tú la sientas, a que tú la interpretes… a que tú, en definitiva, seas quien verdaderamente la escribas con esas palabras precisas que hoy yo no encuentro.
Mientras tanto, este domingo, yo sólo soy uno de esos silencios que habitan en el fondo de las páginas blancas; una pluralidad de silencios ofreciendo sonrisas a las palabras…
Nos suceden muchas veces, Diesel…llamamos en puertas donde nadie vive, o pretendemos que un latido nos susurre al oído el texto. En ocasiones texto y vida son una misma cosa. Me siento abatido ante la extraña monotonía de los dias y las horas, como si nos fuera faltando algo o alguien se nos escapara entre los dedos. Un saludo.
A veces nos empeñamos…, dejarnos ir en el silencio tantas veces me ha dejado fluir lentamente lo que mi alma se empeñaba en expresar ya…
un abrazo
Este tu domingo me suena a conquista sideral del espacio y del tiempo. Cuánto significan tus palabras cantadas-contadas en los entornos blancos de las hojas. Son múltiples los ejemplos de tus historia hecha domingo de sonrisas a las palabras y saudades de plenitud.