El agua se bebe el calor de los cuerpos, baila sobre la piel una afrodisíaca danza y se evapora. Se sacrifica, se lleva el calor que sobra y se sublima. Cree que es aire y el viento la transporta. Miro. Se puede ver arena del desierto sobre una mesa y sobre la arena un vaso de cristal lleno de agua evaporándose por el calor. Se trata de una ceremonia de amistad de las aguas con el desierto que nos impregna de historia, arte y literatura porque podríamos filmar una película sobre un problema que es mundial, podríamos pintar un cuadro que fuese el desposorio del agua con el calor o podríamos escribir un libro que titulásemos (aunque nos tachasen de demasiado optimistas) “Este mundo no está aún seco”.
Me estoy refiriendo, como habréis deducido, a cierta cuota de la sensibilidad humana que aún permanece fresca y nos da alguna esperanza de futuro.
2 comentarios sobre “Este mundo no está aún seco”
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Es bueno saber que no compañero, bueno saber que sigue aun la esperanza que nos dá de beber. A veces buscamos agua en el desierto olvidando que tenemos el manantial cerca. Que fresca es el agua de la que hablas. Gracias Diesel. 🙂
Hola amigo Diesel,
Todavía nos queda la esperanza de uqe no todo está seco o podrido en este mundo…ahora la pregunta es…hasta cuando??
Mientras haya personas como tú,hay esperanza.
Un beso amigo.