¿Cuantas estrellas tendrá el cielo? Boca arriba y de cara a él, me puse a contar cuantas estrellas se encontraban en mi campo de visión. Muchas no había que digamos, y al terminar de contarlas, el resultado que obtuve fue de 12. Me parecieron pocas para una noche que pintaba serena y despejada.
No se, pero ante tanta extrañeza y no conforme por la escasez de aquellas lamparitas de la noche, de nuevo las volví a contar, una, dos, tres, doce..Y 13. ¡Vaya, otra más que elevan la cifra!, me dije. Pero, ¿si antes conté 12, porqué ahora me salen 13?..No le di importancia tampoco, seguramente estaría ahí la primera vez y no me di cuenta, supuse.
¿Donde estaría esa estrella entonces? De nuevo y con la curiosidad de saber si aun seguía habiendo 13 hice el mismo orden para contar, tres, cuatro, ocho, doce… ¡catorce! Y ahora, ¿Cómo es que me salen 14?… ¡habré contando dos veces la misma!, -pensé- intentando encontrar alguna explicación a eso. ¿Será que a estas alturas no sepa contar bien?, puede ser, una puede confundirse al fin y al cabo…aun así, yo seguía teniendo mis dudas, y para confirmar de que mi capacidad de saber contar era correcta, por cuarta vez y con los ojos como búhos seguí casi sin pestañear el caminito de las lamparitas magas…tres, cuatro, ocho, doce, ¡quince estrellas!, ya no sabía ni que pensar, ni como encontrarle un razonamiento a si realmente era posible que en la misma posición, con el mismo campo de visión y sobre el mismo cielo, ¡me salieran cada vez mas estrellas de la cuenta!…¿que era lo que podía estar haciendo mal?…¿ en que estaba fallado?… y después de darle vueltas al asunto, por quinta y última vez, las conté…tres, cuatro, ocho, doce, catorce,diecisiete. No me sorprendió esta vez el resultado ni me pilló por sorpresa. Nada estaba haciendo mal, nada estaba fallando a la hora de contarlas, ni las estrellas eran magas y hacían aparecerse sin más.
Me di cuenta que al principio mis ojos contaron 12 estrellas, cuando habían 13, y 13 cuando eran 15…porque ante cosas que creí haber visto bien, me bastó con volver a remirar para comprender que a veces tenemos algo delante de nosotros que no vemos, cuando en realidad, siempre ha estado ahí.
Tal vez, el único fallo mío fue solamente mirar lo que mi campo de visón me ofrecía, y no mirar más allá de lo que podía ver.
Un comentario sobre “Estrellas infinitas”
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Totalmente de acuerdo mmt. Tenemos un espacio visual-mental que nos hace fijarnos en cosas desde afuera para interiorizarlas hacia dentro… pero ese espacio lo concretamos tanto que no vemos muchas otras cosas que están alrdedor de ellas o incluso que forman partes de ellas. Nos ocurre sobre todo con las personas. Enjuiciamos a los seres humanos por determinados detalles que vemos en ellos pero hay otros muchos detalles que sólo el tiempo deja ver. También nos fijamos en personas concretas cuando hay otras muchas personas alrededor que merece la pena conocer. Y así con todo. con los gustos, con los sentimientos, con las ideas. !Excelente tu demostración del cuenteo de las estrellas para explicarlo!.