La batalla entablada entre los Creacionistas contra las Evolucionistas sobre la aparición de los seres humanos en la Tierra entra, en algunos lugares como Estados Unidos, a formar parte de los reaccionarismos más intransigentes. ¿Cómo es posible que el fundamentalismo religioso llegue al paroxismo de prohibir en algunas escuelas de algunos determinados Estados que se explique la Teoría de l¡a Evolución como parte esencial de los programas educativos?. De acuerdo que también hay un fundamentalismo científico que cree tener posesión absoluta de la Verdad. De acuerdo que la ciencia todavía no ha encontrado la clave de algunos misterios sobre la aparición de los humanos en la Tierra… pero todas las hipótesis que manejan los evolucionistas moderados, basadas en evidencias de probabilidad muy sostenible, a mí me parecen correctas. Y es más, la Historia está llena de personajes científicos que descubrieron lo que hoy determinamos como verdades esenciales pero que en sus tiempos fueron criticados, perseguidos, atacados y hasta quemados en hogueras por los fundamentalistas religiosos.
La Biblia contiene verdades pero está llena de simbolismos y de alegorías y por eso no se debe interpretar al pie de la letra textual sino a través de una exhausta investigación de parámetros. Igual que hacen los científicos con la Teoría de la Evolución.
El suceso de Adán y Eva, que Eva naciese de una costilla de Adán y éste del barro… me parece menos verosímil que el hecho de que Lucy descendiese de antropoides y estuviese apareada con un Australopitecus aferensis de hace 4 millones de años.
La ciencia todavía no explica cómo desaparecieron los antropoides y si en verdad el homo sapiens moderno (que está claro que se desarrolla desde hace 10.000 años) desciende del género Homo de los homínidos… pero me parece una explicación muy lógica y natural. Ser seguidor de la Ciencia (y yo lo soy) no está reñido con creer que existe un Ser Creador al que llamamos Dios (yo así lo creo), pero precisamente la Teoría de la Evolución (de la que soy seguidor razonable) podría haber sido la manera que Dios empleó para que los humanos apareciesen en la Tierra.
Eva, la hermosísima y esbelta Eva de cabellos largos, que vivía en el Paraíso junto a Adán, el apolíneo primer humano según los religiosos, comía todas las manzanas que quería hasta que cayó en la tentación de comer la prohibida… pero Lucy (con su cara simiesca y sus sólo 1,1 metros de estatura) comió todas las manzanas que quiso y siguió comiendo hasta su muerte sin caer en pecado (porque Dios no le prohibió nada).
Atrae la belleza lúdica de Eva pero me cae más simpática (y más creíble por cierto) la naturalidad de Lucy quien, dicho sea de paso, vivía no sólo con su Australopitecus sino en un grupo, en una comunidad de australopitecus aferensis masculinos y femeninos, en su paraíso etíope de Hadar (lo cual es más creíble que lo de un etéreo Edén que no se sabe donde situarlo).
En resumen, estoy seguro de que pasados algunos años, los hoy intransigentes fundamentalistas de la Religión tendrán que pedir perdón -como ya ha sucedido infinidad de veces a lo largo de la Historia – por sus persecuciones hacia todo lo relacionado con el evolucionismo.
Creo en la Evolución. Rechazo todos aquellos reaccionarismos absurdos que persiguen al Progreso. Y por eso en el combate entre la bella pero altiva y vanidosa Eva y la fea pero sencilla y humilde Lucy me quedo con esta; porque es más racional y está más de acuerdo con lo que podría ser una explicación factiblemente válida (aunque todavía se está elaborando) que la más increíble y cuentista historia de Eva.