Me hizo falta convencerme de que las cosas suceden, de arriesgarme indudablemente por sobre todo
Me falto recuperar el aliento con tanto calor y sujetarme a los sueños que no me han llevado a ninguna parte
Me falto la fortaleza de un gigante y la sobredosis de felicidad que no poseo
“Me hizo falta rosar tu piel para convencerme de lo absurdo y escucharte de cuando en cuando para entender la realidad “
Me falto recordar las sensaciones a tu lado y darle sentido a mis esperanzas
Me hizo falta el valor que perdí una noche y las palabras exactas para convencerte de cualquier cosa
Necesitaba el impulso que rompiera con mis sensaciones de derrota y le diera vida a este espíritu miserable
Necesite un acumulo de perseverancia para que no me empolvara tu olvido y que saliera a flote todo mi sentir.
Mientras te miraba, luchaba contra todas mis faltansas, y contra el vértigo en el corazón después dijiste que esto no podía ser verdad y fue como si la tristeza cubriera el mundo. Estoy convencido de que habrá otros momentos y otras faltanzas, y una manera distinta de fracasar.
Relato breve donde expones un momento concreto que se hace extensivo a medida que se va leyendo. Y habrá momentos parecidos pero no iguales. un abrazo.
“(…)Los desperfectos, lo más difícil de todo es medir y equilibrar, si un día cambio todo por todo lo que tu me puedes dar”. Tú poesia de faltansas me recordó a una canción de Quique Gonzalez. Sólo quería decirtelo, nada más. Un saludico.