Te esperaba con los brazos abiertos,
de par en par ambrientos
por sentir tu perfume,
acariciar tus pétalos,
engalanar mi hogar
con tu carisma y frescura…
Te esperaba y te aguardaba
mientras mi mente viajaba
por los recuerdos de risas,
de tardes de vida plena
que me traía tu perfume…
Te esperaba como todos los años,
mi amiga, mi confidente,
mi dulce huésped de casa,
esa que sólo escuchaba
y tan bien me hacía estar…
Te esperaba, flor de mayo
y esta mañana temprano,
apenas asomé al balcón
entre los rayos de sol,
apareciste ¡qué hermosa!
nuevamente estamos, tú y yo…