Galáctica conciencia de ser minúsculo
habitante viviente que en la fuente
del sol abreva sudores en la frente
y de tener en su alma un blanco opúsculo.
Mueve el cuerpo, músculo a músculo,
su materia de animal raudo y moviente
y el corazón palpita en el ya silente
espacio del univeso grandemente esdrújulo.
Entonces razona la mente superpuesta
y cuando el sol en la tarde se acuesta
nace la noche con su andar crepúsculo.
Y sobre la hierba del jardín recuesta
el ansia de sus sueños el poeta
que siente rodearse del amor mayúsculo.