Gracias por abandonarme,
porque me has hecho ver que nunca estoy sola.

Gracias por tus mentiras,
porque he aprendido que son las verdades.

Gracias por tu incomprensión,
porque me han hecho ver la verdadera razón.

Gracias por tu enemistad,
porque sé quienes son mis verdaderos amigos.

Gracias por tus alabanzas sin sentido,
porque he valorado el verdadero sentir de la palabra.

Gracias por llevarte a los demás de mi lado,
porque he sabido quién me sobraba.

Gracias por todo esto y muchas cosas más.

Y a ti te digo:

Cuida de quién está a tu lado y no le haces aprecio, puede que se canse y te deje para siempre.
Cuídate de los que te buscan para tener protagonismo, puede que mañana se olviden de ti.
Cuídate de lo que has escupido hacia arriba, puede que te caiga y te cubra todo tu cuerpo.
Cuídate de lo malo que has sembrado, la cosecha recibirás en mayor grado.

Cuídate de ti mismo…te estás haciendo mucho daño.