Amigos y amigas lectores y lectoras de mis textos, gracias (como se lee en las servilletas de la Cafetería “Lavazze” del Zig-Zag de Murcia capital, desde donde estoy escribiendo estas espontáneas reflexiones, por tomaros la molestia de leerlas y ponerlas en vuestra consideración.
Ya que estamos metidos en la materia (y el mundo para muchos es sólo materia y por eso sucede lo que está sucediendo) aclaremos tres puntos esenciales en la filosofía del famoso Platón de la Antigëdad Griega. Empiezo la primera reflexión: ¿es realmente cierto lo que dice Platón de que somos solamente ideas metafísicas de carácter absoluto?. Eso forma parte fundamental del pensamiento filosófico de Platón con el cual no estoy para nada de acuerdo.
Existen algunas ideas metafísicas y no metafísicas que sí son absolutas (y lo he venido diciendo muchas veces) pero también en nuestro cerebro existen muchas ideas metafísicas y no metafísicas que sólo son relativas. Además no solo somos los seres humanos un conjunto de ideas sino que Dios nos creó también con cuerpo, alma y espíritu; o sea que también tenemos, además de ideas absolutas y relativas, pensamientos que pueden ser a veces absolutos y a veces relativos, sentimientos que pueden ser a veces absolutos y a veces relativos y formas de ver la vida que a veces son absolutas y a veces relativas. O sea, que en breves segundos, acabo de rebatir el absolutismo del pensamiento de Platón. Dejo ya este primer tema para el debate si queréis llevarlo a cabo.
El segundo punto a reflexionar sobre el pensamiento filosófico de Platón es el relacionado con el tan famoso e inexplicable “amor platónico”. Yo niego totalmente que exista el “amor platónico”. Jesucristo me habla de muchas clases de amor (amor a Dios, amor a los demás, amor matrimonial, amor a los padres, amor a los hijos, amor a los hermanos en la Fe, amor a los enemigos… ) pero jamás me ha dicho nunca, y lo podéis comprobar escudriñando la Biblia, que exista el “amor platónico” que es una manera de pensar, además de antigua, totalmente obsoleta y fuera de toda Lógica. Y eso que los pensadores griegos amaban tanto la Lógica. Por más que quiero descubrir qué es eso del “amor platónico” me es totalmente absurdo y descubro que es una pura falacia. Todo amor lleva contenido de espitualidad o de materia pero no existe un amor carente de contenido amoroso que es lo que, en definitiva, yo deduzco al final cuando pienso en lo del amor “platónico”. Si el amor no tiene contenido concreto material, espiritual o de ambas partes (que es lo que dice Jesucristo) nos encontramos con el absurdo paradójico de que el “amor platónico” al no tener contenido concreto alguno es un amor carente de amor luego no puede ser amor… y de ahí deduzco que al carecer de amor no es amor o, simplemente, Platón estaba tan errático que se contradecía a sí mismo; cosa que no ocurre jamás en el pensamiento verdaderamente cristiano. Yo, por ejemplo, de ninguna manera amo a mi esposa, a mis hijas o a cualquier otro ser humano de manera “platónica” pues entonces no estaría amando a nadie. Dejo este segundo tema también para la libre opinión del debate si es que lo queréis debatir.
Y el tercer tema que, espontáneamente, y sin previo aviso, me ha venido a la memoria es la tan famosa parábola platónica de que somos sólo sombras reflejadas en la pared de una cueva. Eso también me parece otro absurdo y más viniendo de un pensador tan famoso en la Filosofía como lo es Platón. Voy a explicarme. Yo soy el primero que dije que nos cmponemos físicamente de cuatro componentes: cabeza, tronco, extremidades y sombra. La sombra es, podríamos decir nuestra conciencia externa que, al llegar el silencio nocturnal se no sconvierte en conciencia interna. Jamás me ha dicho Jesucristo que seamos como sombras reflejadas en ninguna clase de superficie (sea la cueva de Platón o sea las cuevas de Altamira por poner otro ejemplo de cuevas) sino que poseemos todos una sombra pero no se refleja en ninguna pared de ninguna cueva (sobre todo en esta España en que ya casi nadie vive en cuevas salvos los extremistas eremitas que, para Jesucristo, sólo son extremistas que se sacrifican inútilmente porque dice que no quiere sacrifico alguno ya que Él lo hizo en la Cruz). O somos sensatos o somos insensatos pero no podemos ser las dos cosas a la vez. Nuestra sombra no es la Teoría de Platón de las sombras reflejadas en las paredes de una cueva, sino esa compañía profunda que nos acompaña siempre (externa por el día e interna por la noche) y que viene a ser el reflejo del Espíritu Santo que siempre es Luz y no Oscuridad (pues en las paredes de las cuevas sólo hay oscuridad). Luego nuestra sombra humana no se refleja en nada material (y la pared de una cueva es solamente material) sino en algo completamente espiritual (y el Espíritu Santo sólo es espiritualidad). ¿Acaso la conciencia sólo la tenemos cuando nos encerramos, como hace el extremista eremita en una cueva o la tenemos a todas las horas del día y en cualquier parte o lugar donde estemos?. Es más yo puedo afirmar que en una cueva lo único que se puede reflejar en su pared es la soledad, la profunda soledad pero hay muchas clases de soledades que no son producto de nuestra sombra como dice Platón. Por eso dice Jesucristo que “Bienventurados son los que sufren de soledad porque ellos serán consolados”. Pero Jesucristo no habla de que serán consolados metidos en una cueva esperando, inútilmente esperando, a convertirs en una sombra reflejada en la pared sino un ser humano que está necesitado de ayuda social pongamos por ejemplo que eso sí es filosofía para pensar en vez de perder el tiempo en necedades de sombras relejadas en la pared de una ceva. El mendigo que está pìdiendo comida está sentado en las calles, por ejemplo, pero no es una sombra a la que vemos en la pared de la oscuridad sino que está en la Luz y lo vemos todos con gran claridad. Otra cosa es que las personas sean conscientes y tengan conciencia o la hayan perdido. O el pensamiento de Platón es una más de las muchas locuras que han pensado tantos filósofos elevados a la fama y a la gloria en los libros de Filosofía o Platón no sabía lo que estaba diciendo. Dejo ahora sí este tercer tema para el debate, mientras acabo de terminar mi café con leche.
Y gracias por su visita a mi texto… que lo cortés no quita lo valiente y que tanto quien quiera estar de acuerdo con mis reflexiones o tanto quienes quieran estar en contra de ellas yo no voy a discutir por eso. Mis únicos pensamientos y reflexiones son seguir el Camino, la Verdad y la Vida de Jesucristo. Y hay bastantes versículos escritos en la Biblia que habla de la necedad de los que han pasado por la vida siendo considerados sabios. Pero eso ya es otro tema. Buenas noches a todos que tengo una novela en mi memoria y quiero estar relajado para poder plantearla acertadamente según me dirija el Espíritu de Dios.