Del interior del pequeño cofre surge, brillando como el mismo Sol, un anillo totalmente de oro que, en forma de sello, tiene impreso, en bajorrelieve, el escudo de armas que yo imaginé la tarde en que le dije a Greta que estaba pensando en algo que estaba más allá de la presencia de sus labios…
– !!Es precioso!!.
– ¿Lo quieres para ti?.
– No me atrevo… debe ser excesivamente caro.
– Su valor material, por muy caro que sea, no vale nada comparado con el valor de la mujer que lo lleve puesto.
– Si es por el bien de Juan… !lo acepto!.
Melchorín quita lentamente el anillo de bodas del dedo corazón de mi mujer y coloca en su lugar el sello de oro.
– Y ahora… Princesa… !que seas enormemente feliz por toda la Eternidad!.
Inmediatamente Los Tres Duendes Magos desaparecen en la nada de la misma manera en que habían surgido ante los ojos de ella.
(fragmento de la novela “Greta” (I) escrita por José Orero De Julián “Diesel” y Liliana Del Castillo Rojas “La Gaviota Roja”)