Está nuestra querida España que parece una verdadera guardería nacional con esta furibunda moda que a las chavalas les ha dado por escribir diaríos confidenciándonos las vidas de Ana Torroja, Ana Belén y Ana la estanquera del barrio. En fin, que las Letras Españolas arden por los cuatro costados con esta moda último modelo. Me han enseñado algunas frases como éstas (y sólo pongo unos breves ejemplos): “Ana Torroja coge cada torrija que parece que está a 17,6 grados farenheit en pleno invierno” (diario de Mari Carmen); “Ana Belén monta cada belén en las discotecas que parece que está a 67,1 grados farenheit en pleno invierno” (diario de Teresita) y “Ana la estanquera fuma tanto que parece que está a 76,1 grados farenheit en pleno invierno” (diario de Tomasa).
Que conste que son sólo una muestra muy pequeña de lo que las chavalas españolas de hoy en día escriben en sus diarios.
Por cierto, gracias a estos diarios, y no cito nombres para mantener el derecho del periodista, ahora me entero que, a sus casi 100 años de edad aproximadametne, Sarita Montiel se ha apuntado a la moda y ha escrito una frase como esta: “Ana Igartiburu me llega a mí a la altura de los tobillos”… pero !qué dice la casi centenaria!. !No se le ocurre otra idea mejor que compararse con Ana Igartiburu!. En fin, a mí de estas cosas de las Anas y las Anitas lo único que me interesa es saber ¿qué demonios pasó con el diario de Ana Frank?.
Consultando a varias chavalas españolas sobre el tema he aquí una muestra de diez respuestas de las muchas que he obtenido: Primera.- “Ana Frank vivía con siete personas durante un largo tiempo” (lo que no me explica la entrevistada es si era con siete hombres a la vez o no). Segunda.- Con Ana Frank lo único que sucedió es que hablaba demasiado” (no sé tampoco si se refiere a que era una chivata o a que regateaba demasiado en la compra de sardinas). Tercera.- “A Ana Frank le gustaban mucho los zombis” (!Zumba!. !Ésta si que me pilla desprevenido!). Cuarta.- “Ana Frank comía en las escaleras del Palacio de Brandenburgo” (en este asunto sólo puedo afirmar que en Brandenburgo existe un Palacio). Quinta.- “Yo creo que en 1947 no se publicó el Diario de Ana Frank sino que en 1947 escribió una comedia titula El tifus de mi hermana” (desconozco de dónde habrá sacado su información esta quinta entrevistada). Sexta.- “!Jajajajajaja!” (no me ha querido decir de que se reía). Séptima.- “Lo que sucedió a Ana Frank es que estaba enamorada de un sacerdote perteneciente a las SS hitlerianas” (!Zambomba!. !Esto si que se pone cada vez más caliente!). Octava.- “Ana Frank trabajaba de bombera durante la Primera Guerra Mundial y por eso se quemó, un día, la pantorrilla izquierda” (Reconozco que estoy aprendiendo mucho de la vida secreta de Ana Frank que, por cierto, no vienen en su famoso Diario). Novena.- “Ana Frank no escribió ningún diario sino que lo copió de Goethe gota a gota” (!Dios mío!. !A ver si es que Ana Frank tenía gota!). Décima.- “!Pues sí!. !Ana Frank sufría de gota y por eso sufrió tanto!” (Como no quiero terminar loco del todo cierro las entrevistas con las chavalas españolas que se han dado a la moda de escribir diarios sobre Anas y Anitas.
Por cierto sé de una que ha escrito que Ana Margarita de Austria se pasaba todo el santo día deshojando margaritas y por eso se quedó soltera. No digo quién es la chavala que ha escrito esto porque si se entera su padre la regaña y yo no soy un chivato. Pues bueno. Así está este invierno en toda España. Yo me limito a contar lo que escriben las chavalas españolas en sus diarios y, por cierto, me voy ahora mismo a tomar una cerveza con Ana Ozores (paso de Ana Obregón olímpicamente) que me hace mucho de reír porque es descendiente directa de José Luis Ozores. !Se acabó!. !Ana Obregón que ligue con sus príncipes azules, morados o lilas… más bien lilas por cierto…!.
Me despido con una frase de Chesterton: “Lo más increíble de los milagros es que ocurren”. O sea, que al final va a resultar que lo que escriben las chavalas españolas en sus diarios es verdad…