Guitarra soñadora
que hasta el silencio se calla
para poderte escuchar.
Eres noble
altiva
caprichosa
dura y tierna a la vez.
Mis torpes dedos
se transforman en
ágiles alas al tocarte
De tus mágicas cuerdas
brotan ensueños de amor.
Solas tú y yo,
vibrando a compás.
A mi alma pones música.
A mis sueños acordes.
Y el do re mi fa sol
derechito a mi corazón.
Un beso. Alaia
Espero que hoy de tu guitarra sólo salgan notas de fuerza…
un abrazo
Nunca dejes tu guitarra abandonada en el silencio, sus cuerdas llegan a quienes te leemos como si escuchásemos la magia del vibrante diapasón de los sentimientos. En horas profundas nunca abandones en el silencio a tan hermosa guitarra tuya, la que pone música a tu alma.