Ven
a vivir
a mi ombligo,
puedes alquilar
mi cuello,
si lo deseas.
en realidad,
permuto
mi espalda,
puedes comprar
mis muslos,
puedes prestar
mis senos,
tú puedes
con mi piel
abrigarte el alma
si lo deseas,
si lo deseas..
pero…
Ven a habitarme
el cuerpo.
¡Qué bonito lugar para habitar!¡Qué suerte tiene el que fué a vivir al ombligo tuyo! De nuevo, muy muy lindo.