La lubina blanca salta por entre las aguas mientras el aliento de azufre se extiende haciendo la pascua a las gentes de bien vivir. Vasijas rotas. Algunos que se ahorcan sin ninguna clase de sentido. Yla lubina blanca sigue saltando por entre las aguas…
Un sendero luminoso que se apaga de repente y la puerta de un hogar se hace luz devolviendo oro por plata. Si. A veces las aguas blancas se vuelven doradas en el atardecer marino.
Campañas. Conciertos. Congresos. Actos públicos para vendernos ideologías extremas mientras remamos contra corriente siguiendo los saltos de la lubina blanca. La economía está surgiendo a flote mientras nos vamos al supermercado para hacer inventario de lo que podemos gastar con la tarjeta de crédito. A falta de créditos bancarios es una excleente forma de mantenernos en forma ejercitarnos, como si fuésemos niños de la calle, en jugar a corderos mientras
otros son los lobos. La mejor manera de salir de este enredo es tomarnos tranquilamente un café sentados en la terraza del Rincón de Pepe. Si. Es una forma sencilla de seguir viviendo mientras otros se matan por coger un puesto en los restaurantes de lujo a donde van a comer los artistas del glamour. Glamour. Otra vez la dichosa palabra que es, simplemente la falsa teoría de la prosperidad “caiga quien caiga”… y nosotros seguimos con nuestro café hablando de cosas tan serias como quién lleva el mejor peinado de las chavalas que pasean por las calles o quién fue aquel futbolista llamado Peporro.
El camión de la basura pasa recogiendo los desperdicios. Pasean un ataúd con flores de acanto. A cal y canto cierran sus casas los del corazón de piedra. Bueno. Es hora de tomar chocolate mientras la lubina sigue saltando las aguas corriente arriba.
!Que vienen los españóles!. Se asustan los europeos. ¿Qué tendremos los españoles y las españolas que tanto temor despertamos en los pueblos extranjeros. Quizás sea, únicamente, que sabemos de la calidad del jamón de Jabugo. Una sonrisa sale de tu divino rostro y yo pienso: “Esto sí es en verdad un sueño hecho realidad”. !Qué vienen los españoles! siguen atemorizándose los extranjeros por las calles de España. Extraña paradoja. Pero es que la vida se ha convertido en eso. Extrañas paradojas exceptos los que amamos el cuerpo de nuestras enamoradas. Bueno. Hora de escribir algo más profundo mientras la lubina sigue saltando hacia arriba y nosotros vamos de paseo, ahora, hacia abajo…
Escribo: “Los personajes que más nos fascinan de la historia, real o mítica, siempre son los héroes y, sin duda, la heoricidad más gloriosa, de todas las que han existido, puedan suceder o imaginarse, es la de Dios mismo, al hacerse hombre, enfrentarse con el diablo, el pecado y la muerte, cargando todo el mal sobre su cuerpo y alma, para librar a la Humanidad del horror eterno de la condenación, del castigo merecido, sin tener un ápice de duda o miedo, de egoísmo o rechazo, y vencer totalmente, por puro amor. Es de éste Paladín Divino que nacen los valientes más audaces y nobles de todo el género humano, entre los cuales se encuentran los intrépidos remeros de la marina real de Remar” (Del libro “Id por todo el Mundo” de Miguel Díez, presidente de Remar Internacional).
Seguimos con nuestro paseo. Seguimos bajando, bajando, hasta llegar a la orilla del mar. Monta sin miedo en mi barca te digo. Y tú sonries y me dices. “sólo quiero estar tumbada en la playa”. Mañana saldremos de nuevo al mar… y mientras las lubinas siguen saltando hacia arriba, contra corriente, yo me dejo arrastar por la mirada de sus ojos y me hundo plenamente en el interior de su sombra… mientras la luna se refleja en el contorno de su corazón.