In extremis

se encerro de nuevo en su cascara de huevo,
cogiendo pegamento y pegando los restos,
repitiendo el proceso del nacer,
regresando al mismo utero ,


retornar al coño de su madre,
con un felpudo a la entrada que pone:
sweet home.
bienvenido a casa, se te extraña
hazte chico, chico,
primero 22 luego, 21 y al final cero,
y antes de cero, menos nueve meses,
y mucho antes un disparo de la poya de tu padre,
un disparo muy afortunado

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