INEXPLICABLE

camarero: Hola, buenas noches… que va a tomar?
yo:
(Me perdí en una maraña de pensamientos rápidos e inconexos, estaba abducida, como transportada en el tiempo, atónita, muda.
Le miraba y no era capaz de eschucarle. ¿Pero quién era?, ¿qué hago yo aquí?
¿por qué el azar, o no el azar, me ha colocado frente a éste hombre? ¿estoy soñando?
¿es ésto una película de terror? ¿y por qué me mira de esa manera tan rara?)

camarero: Qué le apetece tomar?
yo:
(¿Pero qué le pasa?, ¿por qué me mira con cara de enfado? ¿quién es? ¿qué le he hecho yo?)
mi madre: (con voz encrespada) Hija, que te está preguntado el señor, que qué quieres tomar?
Yo:
mi madre: pero bueno, ¿eres tonta?, ¿qué quieres tomar hija?
yo:
camarero: (da un paso lateral y se dirige a mi hermana con la cara dislocada) Y usted?, ¿qué le apetece tomar?
mi hermana:
camarero: (con voz descompuesta) ¿que si quiere tomar algo?
mi hermana:
mi madre: (con voz encrespada) Deja a tu hermana que lo piense, pero dile al camarero
qué quieres pedir tú, hija!
mi hermana:
mi madre: ( controlando la ira, la furia, la rabia…y arrancándose a llorar)
Perdone, no sé que les pasa, déjelo que nos vamos… y perdone eh, perdone.)
(Esta vez embezaba yo la cmotiva de salida)
Durante el resto del viaje sólo hablaba mi madre, si a lo que le salía por la boca se le puede llamar hablar.
Lloraba, nos pedía explicaciones de lo ocurrido, nos echó en cara nuestra mala educación y el dinero que se había gastado en llevarnos al mejor colegio, no entendía por que le habíamos hecho ésto a ella, se lamentó de la verguenza que había pasado por nuestra culpa, dijo que habíamos hecho el ridículo delante de todo el mundo,que qué habría pensado el camarero de nosotras, que seguía escalofriada porque no se había podido tomar un café caliente, que qué nos pasaba, qué si eramos tontas, que no se lo podía creer, que la habíamos amargado el viaje, que si no fuera por el motivo del mismo, davamos la vuelta… que… que… que…

Mi hermana y yo no dijimos ni una sola palabra. Solamente nos mirábamos a través del espejo retrovisor, y con sumo cuidado,ya no tanto porque ella iba conduciendo, sino porque mi madre iba sentada en el asiento del copiloto, y si nos pillaba mirándonos… No quiero pensarlo!!!

No fui capaz de explicar nunca a nadie lo que me pasó en aquel mesón cuando ví al camarero frente a mí.
A mi hermana, no hizo falta que le dijera nada, creo que por algún efecto de no se qué clase, debió de pasarle lo mismo o parecido.
Al llegar esa noche a casa del muerto, y aprovechando que mi madre entre sollozo y sollozo
abrazaba a los familiares, acordamos no mirarnos bajo ningún concepto ni en el funeral ni en el entierro.
Las pasé putas.

Dakota

4 comentarios sobre “INEXPLICABLE”

  1. Para dejar un final mas claro, podría escribir ésto:

    Mi hermana y yo no dijimos ni una sola palabra. Solamente nos mirábamos a través del espejo retrovisor tratando de contener la exoplosión de carcajadas que pugnaban por brotar desde el estómago hasta la boca, y con sumo cuidado,ya no tanto porque ella iba conduciendo, sino porque mi madre iba sentada en el asiento del copiloto, y si nos pillaba mirándonos… No quiero ni pensarlo!!!

    No fui capaz de explicar nunca a nadie lo que me pasó en aquel mesón cuando ví al camarero frente a mí.
    A mi hermana, no hizo falta que le dijera nada, creo que por algún efecto de no se qué clase, debió de pasarle lo mismo o parecido.
    Al llegar esa noche a casa del muerto, y aprovechando que mi madre entre sollozo y sollozo
    abrazaba a los familiares,nosotras acordamos no mirarnos bajo ningún concepto ni en el funeral ni en el entierro. Nos conocíamos lo sificiente como para saber que de hacerlo, entraríamos en un frenético-compulsivo-lamentable-incontrolable, penoso y rídiculo, ataque de risa. Amén de que mi madre, nos estaría vigilando. Las pasé putas.

    Pero no me apetecía dejarlo todo tan mascado. Supongo que tienes razón, el final es inexplicable.
    Me gustó tu comentario. Un beso.

  2. !Suceso explicado dentro de lo inexplicable del suceso!. Lleno de humor silencioso tu relato me sabe a un bello contraste entre la fingida función de lo que “debemos” ser y la honda convicción de lo que “sentimos dentro de nuestro ser”. Me encantó la trama porque rompe lo pensado. Un beso. Muy bonito.

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