¿Estaís todos de acuerdo, amigos y amigas lectores y lectoras, de lo que dice la Real Academia de la Lengua Española sobre los que es la inteligencia y lo que es la creatividad?. Vamos a ver, primero, cómo las definen los señores y señoras de dicha Academia. Según mi investigación, consultando su Diccionario: Inteligencia (del latín intelligentĭa) puede significar, al mismo tiempo, capacidad de entender o comprender; capacidad de resolver problemas; conocimiento, comprensión y acto de entender; sentido en que se puede tomar una sentencia, un dicho o una expresión; habilidad, destreza y experiencia; trato y correspondencia secreta de dos o más personas o naciones entre sí; sustancia puramente espiritual.
Yo opino que son muy ineresantes estas definciones; pero que es necesario ahondar más para buscar una nueva dimensión de cara al futuro; así que pasemos a cómo definen los académicos y académicas la creatividad: se limitan a sólo exponer que es facultad de crear y capacidad de creación (lo cual, y que me perdonen las señorías académicas, es muy escaso para mi manera de pensar).
Pasemos ahora a ver qué han dicho las personas más o menos célebres de la Historia Universal sobre lo que es, primero, la inteligencia. Ahí van los pensamientos que he logrado recoger:
“Pensar es como vivir dos veces.” (Marco Tulio Cicerón); “La inteligencia es la función que adapta los medios a los fines.” (Nicolai Hartmann); “La inteligencia no podría representar mucho tiempo el papel del corazón.” (François de La Rochefoucauld); “Las mentes brillantes manejan ideas; las mentes corrientes hablan de actualidades; las mentes mediocres hablan de los demás.” (Anónimo); “La inteligencia no es, de por si, una aristocracia con privilegios y sin deberes, sino apenas un instrumento potencial con ineludibles responsabilidades sociales.” (José Bosadre); “La inteligencia, como las herramientas con filo, mejora enfrentándola con otras de mayor dureza.” (Mario Sarmiento); “La buena memoria no es la que recuerda todo, sino la que está programada para olvidar solo lo trivial.” (Fray Juan Márquez); “Los hombres son solo parcialmente racionales, y es indudable que la emoción es la fuerza dinámica de la inteligencia.” (Harold Laski); “No permitas que tu memoria se enajene de las cosas que tienes, sino de las que te hagan falta.” (Marco Aurelio);”Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos.” (Sigmund Freud); “Un libro hermoso es una victoria ganada en todos los campos de batalla del pensamiento humano.” (Honoré de Balzac); “Nadie puede llegar a la cima armado sólo de talento. Dios da el talento; el trabajo transforma el talento en genio.” (Anna Pavlova); “Cuando tenemos una idea brillante, en lugar de hacer que el prójimo piense que es nuestra, ¿por qué no dejarle que prepare esta idea por sí mismo? Entonces considerará que la idea es suya, le gustará y será el primero en defenderla.” (Dale Carnegie); “Se breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo.” (Miguel de Cervantes Saavedra); “El criminal peligroso es el criminal culto.” (Gilbert Chesterton); “Lo que el genio tiene de bello es que se parece a todo el mundo y nadie se le parece.” (Honoré de Balzac); “Hay más dinamita en una idea que en una bomba.” (John Heyl Vincent); “Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.” (Víctor Hugo); “Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas.” (Víctor Hugo); “Inspiración y genio son casi la misma cosa.” (Víctor Hugo); “Las ideas, como las pulgas, saltan de un hombre a otro. Pero no pican a todo el mundo.” (Stanislaw Lem); “La primera virtud del conocimiento es la capacidad de enfrentarse a lo que no es evidente.” (Jacques Lacan); “Un hombre inteligente, caminando a pie, llega más pronto que un tonto que va en coche.” (Delphine Gay de Girardin); “La sonrisa es el idioma universal de los inteligentes.” (Tomás de Iriarte); “La curiosidad es una de las más permanentes y seguras características de una vigorosa inteligencia.” (Samuel Jonson); “Las inteligencias poco capaces se interesan en lo extraordinario; las inteligencias poderosas, en las cosas ordinarias.” (Victor Hugo); “El hombre inteligente no es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas que tiene.” (Anónimo); “Nada es más peligroso que una idea cuando no se tiene más que una.” (Émile Chartier); “La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.” (Aristóteles); “Así como los ojos de los murciélagos se ofuscan a la luz del día, de la misma manera a la inteligencia de nuestra alma la ofuscan las cosas evidentes.” (Aristóteles); “Un intelectual es el que va a una biblioteca incluso cuando no llueve.” (André Roussin); “Debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción.” (Henri Bereson); “El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo.” (Marcel Proust); “Existen tres clases de inteligencia: la inteligencia humana, la inteligencia animal y la inteligencia militar.”
(Aldous Huxley); “La persona inteligente busca la experiencia que desea realizar.” (Aldous Huxley); “El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida. “Platón”; “Quien no tiene toda la inteligencia de su edad, tiene toda su desgracia” François Marie Arouet Voltaire); “La inteligencia lo pone a uno siempre un paso adelante.” (Luís Eduardo Romagnoli); “El caballo conoce por la brida al que lo guía.” (Proverbio Turco”; “Pensar dos veces ya es bastante.” (Confucio); “Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra.” (James Russell Lowell); “La duda es uno de los nombres de la inteligencia.” (Jorge Luis Borges); “El ajedrez procura una suerte de inteligencia que sirve únicamente para jugar al ajedrez.” (Miguel de Unamuno); “No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer.” (Wolfgang Goethe); “El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.” (Miguel de Montaigne); “Saber mucho da ocasión de dudar más.” (Miguel de Montaigne); “Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.” (Johann Woñfgang Goethe); “Dos cosas hay igualmente terribles: un cuchillo en manos de un loco y una gran inteligencia en cabeza de un malvado.” François Marie Arouet Voltaire); “No basta tener buen ingenio; lo principal es aplicarlo bien.” (René Descartes); “Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado las consecuencias de ellas.” (Abraham Lincoln); “La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.” (Edgar Allan Poe); “Hay tres cosas que jamas he podido comprender: el flujo y reflujo de las mareas, el mecanismo social y la lógica femenina.” (Jean Cocteau); “El afán de perfección hace a algunas personas totalmente insoportables.”
(Pearl Sydenstricker Buck); “Tacto es la habilidad de tratar que el otro vea la luz sin hacerle sentir el rayo” (Henry Alfred Kissinger); “No seas humilde, no eres tan grande” (Golden Meir Meir); “La tolerancia de los ideales ajenos es virtud suprema en los que piensan.” (José Ingenieros) y “La hipocresía es el arte de amordazar la dignidad; ella hace enmudecer los escrúpulos de los hombres incapaces de resistir la tentación del mal.” (José Ingenieros).
En cuanto a la creatividad os ofrezco la siguiente relación de frases de personajes también famosos de la Historia Univrsal: “No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendes que necesita, y soporta despues su ingratidtud.” (Miguel de Unamuno y Jugo); “Seamos fundadores de nuestra propia religión personal” (Salvador Pániker); “No hay nada como imaginar para crear futuro, ya que lo que hoy es utopía será carne y sangre mañana.” (Julio Verne); “Crear es unir.” (Pierre Teilhard de Chardin) “Uno trata de copiar y lo que le sale mal es creación”. (Bernardino Rivadavia); “Uno se defiende creando!. (André Malraux); “El espíritu creador no pregunta: sabe”. (Salvador de Madariaga); y “Las mentes creativas son conocidas por ser capaces de sobrevivir a cualquier clase de mal entrenamiento”.(Anna Freud).
Antes de exponer mis propias ideas y pensamientos sobre el tema de la inteligencia como factor de creatividad os he regalado todo este ramillete de pensamientos que he encontrado en las páginas de Internet para que vayáis creando vuestro propio universo de ideas y entreteneros en intercambiar opiniones sobre las mismas. Yo hago sólo una pequeña pausa para continuar.
Terminó mi tiempo de reflexión. Como bien sabéis ya todos y todas yo soy un cristiano sin religión, sólo un seguidor de Jesucristo. Es por eso por lo que me vino a la mente, sobre la inteligencia creativa, eso que he escrito de: “Inteligencia es aquello que nunca puede alcanzar un vivo que se las da de listo”. Tomo la Sagrada Biblia y busco algo que me haga deducir una novedad. Encuentro Efesios 1.8 y entresaco la siguiente frase propia: “Dios da una tal sobreabundancia de inteligencia a los que creemos en él que no convierte en sabiduría”. Pensaréis que es vanidad o soberbia pero quien piense así se equivoca. Porque la sabiduría que proviene de Dios parte de la humildad para llegar al conocimiento y de ese conocimiento brota nuestra inteligencia cristiana. Por otra parte… ¿cómo funciona este tipo de inteligencia proveniente de Dios a la hora de hacerla práctica y creativa?. Es sencillo de entender cuando nos cobijamos bajo la presencia de Jesucristo. Lo podemos encontrar en Juan cuando señala que se alegra de que pertenezcamos al cuerpo de Dios y creamos en los milagros de Jesucristo. Cada milagro es un ejercicio de creatividad usando la inteligencia. Esto es algo que los no cristianos no pueden entender. Así que dejando bien claro de dónde nace mi inteligencia, al igual que ocurre con cualquier otro cristiano o cristiana que lleve en su interior la energía del EspíritunSanto, dejo ahora la Biblia a un lado y tomo el libro de Fabio Gallego Reinoso, que es un asesor de empresas e instituciones públicas. Los cristianos no tenemos que tener ningún miedo a enfrentarnos a los retos de los simplemente mercantilistas o materialistas porque la inteligencia no es un don ni mercantilista ni materialista sino espiritual.
Abro, al azar, la página 126 de este libro que ha editado Paidós y me encuentro con un recuadro que dice: “La creatividad se come a la entropía, no le quepa la menor duda”. Veamos primero, para ver si coincido o no coincido con ese dicho, lo que es, en realidad, la entropía, palabra bastante confusa de entender para la mayoría de los lectores. Esto me hace recordar cierta conversación que mantuve con un concuñado mío que no acertó a explicarse bien porque mezclaba los conceptos simplemente físicos de entropía con la entropía propia de la informmación social. Bien, para aclarar este tema acudo al Dicionario de la Real Academia de la Lengua. Hay tres definiciones de entropía. Las dos primeras son las que trataba de explicarme mi concuñado pero no eran las adecuadas para el tema de la inteligencia como fuente de la creatividad. Estas dos primeras definiciones, simplemente físicas, no nos son válidas pero las cito: La primera de ellas dice “Magnitud termodinámica que mide la parte no utilizable de la energía contenida en un sistema”. No nos sirve. La segunda, que tampoco no sirve dice: “Medida del desorden de un sistema. Una masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden”. Es la tercera definción, la que no acertaba a explicarme mi concuñado, la que verdaderamwente nos puede señalar un breve atisbo: “Medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo”.
Por supuesto que no estoy de acuerdo con ello. Para que la creatividad sea producto directo de la inteligencia de un ser humano (hombre o mujer pues ambos géneros poseen la capacidad equivalente para desarrollar creatividades a partir de sus inteligencias propias) no es válido utilizar un solo mensaje sino recoger una cantidad de mensajes los suficientemente amplios y numerosos (de ahí que la Biblia diga que de la cantidad de consejos nace la sabiduría) para elegir aquellos que nos sirvan para desarrollar creatividades potenciales y propias. El sello original de un ser humano creativo, sea del género masculino o sea del género femenino no depende de la cantidad de experiencias acumuladas por dicho ser humano (aunque tengan una gran importancia dichas experiencias vividas o imaginadas) sino que depende de cuáles son los mensajes que utiliza y cómo los entrelaza entre sí para producir una creatividad propia y original distinta al resto de los mortales. En este sentido afirmo que, teóricamente, esxisten tantas creatividades diferentes como personas hay en la Tierra. Y entramos entonces en la misma coyunutra de otras veces: ¿por qué entonces existen tantas personas sin creatividad propia que se limitan a imitar lo que otaras personas crean?. Por la llamada alienación de la que tantas veces os he hablado.
Si consigues que la alienación no te alcance y consigues liberar tu inteligencia y elegir por ti mismo o ti misma los elementos de carácter comunicativo que te vayan a servir para liberar dicha inteligencia y hacerte un ser persona unívoco o unívoca (que significa único y diferente) entonces puedes ya ser una persona creativa. Asé que ese dicheo de Fabio Gallego Reinoso se queda muy corto. Puede llegar a tener razón en los casos de las personas de creatividad escasa que se limitan a un sólo proceso creativo; pero en cuanto a la creatividad sin límites no me sirve. Y yo lo que defiendo, partiendo de mi cristianismo (otros pueden hacerlo sin ser cristianos pero con otros resultados por supuesto) es poder ser una pesona creativa sin límites.
Voy a explicar claramente esto. Los límites los pones tú cuando gozas de libertad. Si eres una persona libre tú pones tus límites o tú puedes ser una persona creativa sin límites. Desde luego los verdaderos cristianos , que se han liberado de la superficialidad de las formas, utilizan dichas formas para darlas profundidad ilimitada y estar creando, en base a su inteligencia ya liberada de prejuicios y de influencias ajenas, continuas creatividades.
Entonces os podéis preguntar lo siguiente: ¿es que la creatividad no tiene límites?. La respuesta, para mí es clara y os la presento a través, primero, de otra pregutna ¿creéis que la inteligencia humana proveniente de Dios tiene límites?. Los verdadros cristianos sabemos que no, que no tiene límites y que cuando va pasando el tiempo mayores posibilidades de creatividad produce. Luego si esa clase de inteligencia que provine de Dios no tine límites deduzco que la creatividad que nace de esa clase de inteligencia no tiene límites.
Aquí podemos abrir ya el debate. Para ello propongo abrir el libro de Fabio Gallego Reinoso que se titula, por cierto, “Aprender a generar ideas, innovar mediante la creatividad”, por la página 59 en la cual aparece un diálogo de “Alicia en el país delas maravillas” de Lewis Carroll. Dice así textualmente:
– ¿Podría decirme, por favor qué camino he de seguir desde aquí?.
– Eso depende en buena medida del lugar adonde quiera ir -dijo el gato.
– No me importa mucho adónde… -dijo Alicia.
– Entonces no importa por dónde vayas -dijo el gato.
En éste diálogo ¿quién está demostrando tener más inteligencia: Alicia o el gato?. Para mí es evidente que el gato. Porque no es cierto que para ser inteligentemente creativos podamos elegir cualquier camino. No. El gato lleva razón cuando le dice que, en ese sentido, no importa el camino que elijas. Y es que resulta que si elijes cualquier camino al azar puedes encontrarte cortada de repente toda tu creatividad. El gato lleva, bajo mi punto de vista, toda la razón; ya que el único camino que te lleva a ser infinitamente creativo es el camino de la inteligencia. Y la inteligencia no se obtiene ni se desarrolla buscando cualquier camino. Todos los cristianos y cristianas de verdad sabemos que el Camino (con mayúcula) de Jesucristo es el único que libera nuestra inteligencia y nos hace infinitamente creativos. Podemos crear desde los más pequeño e insignificante como un dibujo sencillo en un papel hasta lo más grande e inimaginable: un universo donde nos transformamos en un milagro de Dios. Entre ambas cosas hay una infinidad de creaciones. Sí. Claro que son los milagros de Jesucristo los que son las bases para podeer llevarlo a cabo (de ahí que el gato lleve razón) aunque somos nosotros, en el ejercicio de la plena libertad, los que tenemos que caminar y crear. Porque ya lo creado por Dios existe y como somos hechos a imagen y semejanza de Dios, somos infinitamente creativos. Ese es nuestro pensamiento cristiano, por supuesto, aunque otras personas opinen cosas opuestas.
Nuestra inteligencia se va desarrollando con toda clase de experiencias: las positivas y las negativas; pero no tenemos ninguna necesidad de experimentar las creaciones del mal para saber que existen infinitas creaciones que no pertenecen a las del mal. Las creatividades malignas sí que tienen un límite llamado muerte total. Las creatividades del bien no tienen ningún límite porque pertenecen a la Eternidad.
Muchos son los que no creen en esta clase de inteligencia y es, precisamente, la que Dios puso en el cerebro de todos los seres humanos. Si todos y todas que me leen fuesen capaces de comprenderlo y entenderlo, estarían en el verdadero Camino de la Creatividad Libre que es, precisamente, Jesucristo. Porque una creatividad no es que limite tu vida por tu propia voluntad. El sucicido físico o espiritual no es ninguna clase de creatividad aunque nos hayan hecho creer lo contrario. El suicidio físico o espiritual no es nada. Ni una creatividad positiva ni una creatividad negativa. El suicido físico o espiritual es una creatividad nula, o sea una no creatividad llamada desesperación. Así que toda creatividad basada en la inteligencia puede buscar o la creatividad positiva o la creatividad negativa pero no la creatividad nula. Y es que algunos creen que la creatividad nula es tal cuando no se dan cuenta de que lo nulo es precisamente la ausencia. Por lo tanto la creatividad nula es la falta de creatividad. El suicida o la suicida (tanto en lo físico como en lo espiritual) no ha usado la inteligencia.
Usar la inteligencia creativa es poner al servicio del Bien o al servidio del Mal toda la potencialidad de tu cerebro que es lo mismo que decir todas las posibilidades de tu inteligencia; pero vuelvo a insistir, porque quiero dejarlo muy claro, que la inteligencia puesta al servicio del Mal siempre termina en algún punto oscuro del cual ya no se puede salir y es como decir que ya no eres creativo; mientras que la inteligencia al servicio del Bien es llegar a algún punto de Luz del cual puedes obtener tanta creatividad como desees.
La cuota de creatividad depende de la cuota de inteligencia que tengas. Pero cualquier cuota de inteligencia humana es los suficientemente valiosa, si se dedica a la creación positiva del Bien, como para ser infinita. Posiblemente haya seres humanos con mayor índice de inteligencia que otros. Y eso es verdad. Pero esto no significa que quienes tengan menos grados de inteligencia no puedan ser profundamente e infinitamente creativos. El problema que debe buscar quien posee inteligencia (y todos los seres humanos poseemos inteligencia que nos distingue de cualquier otro animal) es saber a qué clase de actividades creativas puede dedicarse… pero de lo que estoy completametne seguro es de que todos los seres humanos valemos para hacer muchas creatividades diferentes y no sólo una clase de creatividad como nos quieren decir para engañarnos. No caigáis en ese error. Si alguien dice que no valéis para nada o que sólo valéis para una sola cosa debéis saber que esa persona, que os está llamando prácticamente inútiles, es una persona mentirosa y os está engañando. Vuelvo a insistir que todos tenemos muchas cosas diferentes que podemos hacer. En mi vida práctica lo he podido comprobar. De acuerdo que hay unos límites de cosas. Que hay cosas que puedo hacer y cosas que no puedo hacer; pero dentro de las cosas que puedo hacer tengo una cantidad infinita de creatividad. Y como tenemos varias cosas que podemos hacer a través de nuestra inteligencia resulta que las creatividades no se suman sino que se multiplican elevadas a una potencia enésima que llamaremos n y a un espacio infinito que lo representaremos con el 8 horizontal que se aplican en las matemáticas. O sea, que las Matemáticas y la Literatura no sólo no se contradicen sino que, usando la inteligencia, pueden servirnos ambas (Ciencias y Letras) para desarrollar infinitas creatividades sea cual sea el coeficiente mental de inteligencia que tengamos.
Quien crea que sólo sirve para una sola cosa entra en la desesperación de lo rutinario y si Jesucristo nos liberó no es para que seamos rutinarios sino multidisciplinarios. Hay una gran multiplicidad de creaciones que podemos llevar a cabo (del tipo que sea en cuanto a lo material pero siempre enriquecedoras en lo espiritual). El espíritu anida en nuestras inteligencias si le dejamas actuar y ese espíritu, que nace del alma humana, nos guía a las posibilidades reales de conseguir cosas tan increíbles como las transformaciones físicas de nuestros propios cuerpos siempre que dejemos que el Espíritu Santo actúe por orden de Jesucristo. Lo he dicho mumchísimas veces y aunque hay quienes no se lo crean es porque están viviendo en el error. Tomo un pequeño descanso para que penséis en lo que he escrito hasta ahora y dentro de unos minutos continúo.
Pasado ya este nuevo momento de reflexiones y dejando, momentáneamente, el ejemplo de Jesucristo a un lado (pienso retomarlo después), abro el libro en cuestión por la página 97 y encuentro algo que, además de hacerme sonreír, es interesante citar: “Póngase un sombrero diferente para pensar de manera diferente cada vez: seis sombreros para pensar”. Fabio Gallego Reinoso está indicando que la creatividad puede producirse de muy diversas maneras. Él acota dicha diversidad hasta un número de seis veces diferentes. Yo voy más lejos. Yo opino que existen dos tipos de creatividades derivadas de la inteligencia humana; la finita (porque tiene fin) y la infinita (para quienes creemos en el más allá). Las diversas creatividades dependen de los parámetros intelectivos del ser humano. Si tienes una inteligencia finita porque no crees en el más allá de la muerte, tus creatividades llegarán a ser muchas o pocas pero siempre serán finitas; mientras que sí crees que la vida supera a la muerte y se vuelve existencia tus creatividades no tienen límites y se hacen infinitas. Esa es la gran diferencia de creer o no creer en Jesucristo que es lo mismo que creer o no creer en la existencia de Dios. Fabio Gallego Reinoso afirma que “seis sombreros para pensar es una técnica increíble y productiva. En realidad, cambia la manera de pensar en las reuniones y otros espacios de intercambio: en vez de discutir, hace posible que la gente converse de manera constructiva”. Estoy de acuerdo en ello (salvo lo que he explicado de ser finito o ser infinito) y en algo que rechazo. Fabio llama gente conversando y yo no creo en la gente conversando sino en las personas conversando. Ese es un punto de inflexión que analizo con toda sinceridad.
Cuando la persona se convierte en gente pierde su naturalidad y se convierte en un ser mimético que repite lo que ya han dicho otros anteriormente; pero cuando la persona sigue siendo persona tiene su propio criterio. Y ahora voy a hacer aquí una distinción que estuve hablando ayer con un desconocido. Y es que él me decía no sé qué teoría de la crítica. Le indiqué, y lo expongo aquí porque me parece oportuno, que tener criterio propio es saber hacer crítica. Veamos lo que dice la Real Academia de la Lengua Española sobre lo que es hacer crítica y tener criterio. Para el Diccionario de los académicos y académicas, crítica significa: “Norma para conocer la verdad” y “Juicio o discernimiento” (seún los académicos y las académicas) pero se les olvida definir que un criterio, para estar exento de prejuicios “a priori” es necesario que sea un criterio propio que se basa en la libertad de criterio de la persona que crea a través de su inteligencia y no a través de la inteligencia ajena que, en muchas ocasiones, no coincide con la inteligencia de ese ser humano. En esos momentos, para ser verdaderamente creativos, es innegable que hay que olvidarse del silencio y exponer lo que de buena fe crees que es verdad lo que estás exponiendo. Tus parámetros de inteligencia deben ser los que te guíen a tu propia creatividad y no los parámetros de la inteligencia ajena; salvo en el caso de que, dichos parámetros ajenos, los consideres valiosos y te apoyes en ellos paras reforzar tu personalidad. Porque criterio propio y personalidad no significan que no se debe aprender de los demás sino que, aprendiendo de los demás, sepas construir tu creatividad propia. Es ahí donde debes elegir una creatividad finita o una creatividad infinita. Todo parte, por lo tanto, de tu inteligencia, de si tu inteligencia está capacitada para descubrir a quien te quiere alienar tu inteligencia o a quien te la está liberando. Es algo muy fácil de descubrir, según lo que explico a continuación.
Una inteligencia que te está alienando es una inteligencia que está aplicando sus intereses propios en vez de estar defendiendo tus derechos como ser humano y por eso te convierte sólo en gente; mientras una inteligencia que te está liberando es la que está luchando para que desarrolle toda la potencia de tu propio pensamiento. Seguir a un líder no es alienación cuando tu inteligencia está liberada y crees que ese líder sí está luchando para hacerte capaz de tener tus propia creatividad; mientras que si te limitas a repetir lo que la inteligencia ajena quiere que hagas,nunca podrás construir tu propia creatividad y tu personalidad queda alienada.
¡Fijáos bien los que dice el Diccionario sobre la alienación (me interesan dos definiciones que vienen al caso para el tema que estamos tratando): “Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición” y “Estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad”. Efectivametne, cuando el mundo externo nos aliena, siempre dirigido por el interés de algún grupo de poder, nuestra creatividad queda limitada a lo que dicho grupo les interese y nuestra inteligencia queda encerrada en un círculo quedando prácticamente anulada porque sólo nos sirve para crear lo que dichos grupos deseen que creemos y, por lo tanto, también es una pérdida de nuestra propia identidad porque ya no somos lo que en verdad somos sino que nos hemos convertido en lo que ellos quieren que seamos para podernos manipular a su antojo. En estos casos de alienación nuestra inteligencia deja de ser nuestra y la derivamos a un préstamo a la persona que se ha convertido en nuestro representante dejándonos a nosotros sin voz propia. Eso sólo lo realian grupos de seres humanos que convierten a quienes les siguen sólo en gente alienada pues no dan más opciones creativas que las que ellos diseñan (pocas o muchas pero siempre finitas e impuestas) mientras que, volviendo, al tema de Jesucristo, Él siempre es Libertad y jamás autoimponme condición alguna a la inteligencia de nadie ni a su creatividad. Al contrario de ello, Él sabe que la inteligencia de cada uno de sus seguidores y seguidoras es infinita porque está alumbrada pr el Espíritu de Dios (Espìritu Santo) y de esa manera todas las creatividades individuales se unen en un conjunto plurifomre de creatividades enriqueciendo a cada persona (en este caso sí podemos hablar de persona libre) y a la sociedad.