Temblándole el pulso leyó la pequeña nota de Bianca.
Querido Paul; después de este largo aislameinto por fin pude saber de tu nueva dirección gracias a nuestro amigo Peter. Te pido disculpas por este prolongado silencio y no haber acudido a nuestra cita de hace cinco meses, pero ocurrieron graves cuestiones y ahora tengo que estar escondida porque mi vida corre peligro. Por favor, no intentes encontrarme. Si todo sale bien, dentro de una semana podré avisarte para vernos en el Memory Park, allí donde dicen que los desorientados recobran la memoria a través de si mismos. Te quiero mucho. Bianca.
¿Qué era todo aquello?. ¿La última pesadilla de la noche?. No. No estaba dispuesto a esperar cruzado de brazos una larga semana. Ahora dormiría profundamente y mañana hablaría con Peter…