– ¿Qué sucede, Peter?.
– Ahora recuerdo que Bianca y su padre trabajaban en el mismo Banco y que algo ocurrió allí. Parece ser que siguiendo métodos aprendidos del libro Riego Calculado hubo un enorme desfalco y despareció mucho dinero. Millones. Ló único que recuerdo es que creo, aunque no estoy seguro del todo, que el padre de Bianca se fugó a Egipto. Ella lo oculta pero me parece que es la verdad. O huyó o se lo llevaron. Bueno Paul… yo hasta aquí he llegado. Si quieres buscar a Bianca hazlo por tu cuenta. Para mí este asunto es demasiado riesgoso, además…
– Además ¿qué?.
– Tú y yo estamos enamorados de la misma chica. Somo demasiados. Ella te prefiere a ti. Yo ya sólo sería un estorbo para vosotros dos.
– No digas sandeces, Peter. Tú puedes ayudarme mucho en este asunto.
– No, Paul. Si quieres ir al Tesaurus hazlo solo por tu cuenta; para mi este asunto ya ha llegado a su final y es mejor que me lleve a Argente porque él también sería un estorbo para ti en estos momentos.
– Está bien, Peter. Yo sigo adelante. Sé que Bianca me necesita más que nunca…