* Juana, crées que cuando nos muramos iremos a algún sitio?
_ No, no lo creo, polvo éres y en polvo te convertirás.
* Entonces, ¿ No crées en el cielo?
_ Sí, si créo en el cielo.
* ¿ Y en el infierno?
_ También creo en el infierno, en algún sitio han de pagar los malos sus pecados.
* Juana, no sé si tiene mucho sentido creer en el cielo y en el infierno si luego crées que nos convertiremos en polvo.
_ El cuerpo se convertirá en polvo, el espíritu volará al cielo o al infierno, depende como hayamos sido en la vida.
* ¿ Y crées que un día podremos ver a nuestros muertos?
_ Claro que lo creo, el día del juicio final nos volveremos a encontrar.
* ¿ Y no crées que podemos volver de nuevo a ésta vida convertidos en otros seres? ¿ En plantas? ¿ En animales?
_ Qué tonterías dices. Pero si volvemos de nuevo, me gustaría ser un águila para volar por las montañas.
Esta conversación la tuve con Juana hace pocos días. Juana es una auténtica señora que pronto cumplirá 103 años.
Besos, Alaia.
Cada cual con sus propias creencias a cuestas. Lo importante es que a uno le sirvan…
Los chinos creen que nuestros antepasados vienen como mascotas a nuestras casas, me parece muy curioso. Esto choca con la teoría de la reencarnación occidental, que dice que nunca bajamos ningún peldaño en la escala evolutiva. Suponiendo, que es mucho suponer, que yo sea mejor que mi perra, por ejemplo.
Juana, muy lúcida ella a sus ¡¡¡103 años!!! No quiero llegar, ni mucho menos, a esa edad.
Besos, Alaia
Pensaré en tu Juana, Alaia… en sus 103 años de creencia y en sus misterios. Todos hemos pensado alguna vez en el más allá partiendo de una definición inexacta porque la expresamos desde el más acá… pero eso es todo lo que podemos hacer porque nadie ha vuelta del más allá para compartirnos alguna verdad absoluta. Un beso alaia. Bien construido el diálogo.