Un perro juega con las olas,
Y ellas espumeantes contestan.
Salta de roca en roca,
Dejándose salpicar!
¿Qué buscan con tanto afán,
Tus ojos, dime perro,
En el fondo de la mar?
Tu cuerpo listo y erguido,
Indagando el tesoro,
Que yace profundo y misterioso.
El mar te ínsita,
Yo doy la espalda,
Y al volver a mirar,
El mar es calmo y el perro,
Negro ya no está más!
Se lo llevaron las olas o se fue el con ellas.
Bonito poema.
Un abrazo
¡Vaya! Pues espero que no conocieses demasiado al perro… Por que vaya alegría vamos jaja
Pero quedó su sangre como recuerdo (La sangre del perro negro). Recuerdo enuoceano… recuerdo de poema con sentimiento (repito: La sangre del perro negro). y como dice la canción: “Para que no me olvides ni tan siquiera un momento”). Recuerdos para “Rando”… que así se llamaba mi perro negro en aquel tiempo de mi infancia…