jugando con el cuchillo entre mis dedos…
lamiendo su filo con mi lengua…
puedo lamentarlo…
pero sigo jugando..
no puedo evitarlo..
no puedo evitar acaríciame la piel con su hoja helada,
sentir esa frialdad me da placer..
si , el frio se convierte en calor..
puedo lamentarlo, puedo lamentarlo muchísimo;
pero no quiero evitarlo..
no quiero cortarme..
pero me encanta sentir que estoy apunto de hacerlo..
*kabra*
Has plasmado muy bien ese fascinar, esos momentos, saludos.
Los juegos peligrosos siempre los he rechazado como norma general que, como sabes, tiene sus excepciones que confirman la regla. En fin. Buen texto y lleno de si nceridad.
el juego de amar. Sin duda, todos nos gusta jugarlo, aunque al final, podamos lastimarnos. me gusto, muy cierto, real, algo que sin duda todos hemos vivido.