La Curra la llaman
y tiene la cara
tostada del sol.
Arrugas profundas
delatan en ella
el paso del tiempo
que no perdonó…
Pasea por las calles
y siempre le escuchas
la misma canción.
No quiero dinero
no quiero tesoros
quiero un novio moro
que me de calor.
Mirada perdida
pretende que veas
tensión en sus venas
y nada de amor.
No quiere que sepas
que tuvo una vida
con tantas desdichas
con tastas fatigas
con tanto dolor
en su corazón.
Si gritas Francisca!
ni caso te hará,
porque ella es La Curra
la anciana locura
de mil y una vidas
que nunca sabrás…
Olé. Me sobran los comentarios. Olé.
Está muy bien. Me hace recordar a una canción de mi madre de cuyo cantante no quiero acordarme jejeje.
Un abrazo!