La hierba fresca, la hierba mojada,
fue testigo mudo de tu pasado,
fue compañera de lo más amado,
también de esa mirada despojada.
La hierba fresca, la hierba mojada,
recuerda con dicha al ser soñado,
ese que se entregó casi cansado,
y ese que espera por tenerte al lado.
Hierba fresca tú, la hierba mojada,
has venido aquí para hacer sentir,
esos recuerdos en mi almohada.
Intranquilos pensamientos de un vivir,
tener y no tener aquí acostada,
alboroto de sueños para dormir.