Dentro de la muy amplia lista de teorías conspirativas contra EE.UU., y dado mi punto de vista numismático, voy a destacar la ocurrida hace ahora poco más de dos años. Todo ocurrió cuando unos “contratistas” del Servicio de Defensa de Seguridad (DSS), un organismo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, tras una investigación en Canadá, descubrieron unas monedas, las cuales les parecieron sospechosas ya que en su interior llevaban un dibujo en rojo. Poco tardarían en revelar un sorprendente informe confidencial titulado: “Tendencias de tecnología de recolección en la industria de Defensa de Estados Unidos”. En el Apéndice 2 del citado informe, se cita que, al menos en tres ocasiones entre octubre de 2005 y enero de 2006 personal contratado de defensa que viajaba por Canadá había descubierto unos objetos similares a monedas con unos pequeños dispositivos radio transmisores integrados.
Monedas con nano-tecnología que permitiría, según los “contratistas” del Ejército de los EE.UU. recabar valiosísima información de Estado.
El servicio de contraespionaje de Estados Unidos se puso manos a la obra para conseguir desentramar una nueva teoría conspiratoria y es que, para mayor sospecha de los espías, al observar las monedas con luz ultravioleta se podía distinguir una extraña marca de diferente color.
Los estudios sobre las monedas espías revelaron que se trataba del “Poppy Canadiense” o lo que es lo mismo, una moneda de 25 centavos acuñada por la Royal Canadian Mint (Real Casa de la Moneda de Canadá) en 2004. La moneda, con una tirada de 30 millones, llevaba en su interior la imagen de una amapola roja en conmemoración de los 117.000 muertos durante la Segunda Guerra Mundial. El Poppy (amapola) es la flor del recuerdo en Canadá.
La marca que se aprecia al ver la moneda con luz ultravioleta parece que era una banda de protección que la Ceca de Canadá había colocado para proteger, del desgaste, el dibujo rojo de la adormidera.
Autor: Ruymán Delgado.
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