El día brilla cuando hoy mis fuerzas estaban en el límite posterior a haber pasado una temporada de pruebas exhaustivas que buscaban valorar la enjundia de ciertos contenidos anímicos por los que merecía la pena luchar. Y es que, efectivamente, el alma a veces pesa mucho y es muy fuerte su carga. Pero hoy es diferente. Hoy puedo volver a sentir lo feliz que se nota un ser humano cuando se pronuncia de esta guisa, de salir de un destello efímero que no esperábamos y llegar más allá de cualquier soledad de domingo. Los lunes pueden ser tan brillantes como cualquier otro momento de nuestra vida. Sólo depende de si es en lunes cuando descubres la pequeña gran sonrisa del aliciente anímico que te hace experimentar el deseo de reiniciar la marcha detenida.
En todo camino de búsquedas inquietas hay necesidad de tomar, de vez en cuando, un pequeño descanso no sólo para respirar profusamente sino también para meditar sobre cuál es la siguiente senda por la que debes transitar para sentirte satisfecho. En todo camino hay vicisitudes y hay situaciones que tienes que vivir. Por eso es importante, para mí, haber vislumbrado hoy esa pequeña gran sonrisa del aliciente anímico ingresando en mi corazón. Bien. Buen lunes inesperado. Me levanto del mojón donde me encontraba meditando y, recargado de alma leve y ligera, me desprendo de gran parte de pesos superfluos y reinicio la marcha. ¡Hola Vorem!. ¡Qué bueno saber que estás compuesto de seres humanos que caminan hacia esos espacios de la sensibilidad anímica!. Gracias a ti, por tu llamada. Sabes bien que me refiero a ti y que sin tener que pronunciar tu nombre sabes bien que tu llamada me iluminó este lunes y me hizo sentir la pequeña gran sonrisa anímica a la que me refiero.
4 comentarios sobre “La pequeña gran sonrisa anímica (Gracias)”
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Es normal la fatiga, y el descanso, para que nos lleve a un hoy diferente. Me alegra el reinicio de tu camino en Vorem, y estoy segura de que al resto de voremios también, ese camino en el que siempre estás presente.
Me quedo con una de tus frases adaptada para mi vida “hoy (en este caso y en tu frase, lunes) puede ser (es) tan brillante como cualquier otro momento de nuestra vida”. Un abrazo.
Hola Diesel, ya va tiempillo… sí sucede, el peso de lo cotidiano nos consume a veces y llega a exigirnos más atención de la que esperamos, pero cuando ya no podemos más aparece esa “gran sonrisa anímica”, y reconstituye el alma. Saludos a distancia.
todos salimos de momentos anímicos malos, pero en esos momentos es cuándo te das cuenta de quienes están ahí, aunque sea a través del hilo telefónico, un saludo y ¡ánimo!
:-))