Preámbulo:
En una era histórica dominada absolutamente por la “imagen”, el ejercicio de la reflexión intelectual está siendo cada vez más estrecho. Se empobrece la cultura. Se achica el corazón. Se destruye el sentimiento… Ya no es noticia saber de jóvenes hundidos en la droga y el alcohol, ni de jóvenes que circulan vertiginosamente por las “autopistas” del sexo con “la marcha” metida a fondo y “el motor” a las máximas revoluciones por minuto. Tampoco es noticia ya el conocer de jóvenes que amaron y fueron seducidas, violadas, embarazadas, abandonadas tras haber vivido lo que ellas creyeron un maravilloso amor…
Primera Historia
Nunca volverá a volar.- Mayo del 82. “Gaviota” está en un hospital psiquiátrico de Madrid. Los amigos y compañeros de antaño hemos ido a visitarla. “Gaviota” ya no es gaviota. Quizás hasta ya no sea ni el recuerdo de gaviota…. porque nunca más volará… En 1972 era la más alegre y juvenil de la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Todos estábamos enamorados de “Gaviota”; pero un día llegó más contenta que nunca y supimos que estaba enamorada… de Gunther. Aquel nórdico procedía de la comuna “hippy” de Cristianía (sur de Noruega). Yo vi a “Gaviota” más feliz que nunca y, aunque le narré todo lo que sabía de aquella comuna (alcohol, drogas, celos, riñas, navajas, pistolas y muertes), ella ni tan siquiera oyó… Sólo era una chiquilla de 17 años enamorada de un “ideal” de 36… Y entonces llegó el viaje sorpresa a Londres y con él consecuencias… Gunther huyó de la vida de “Gaviota” sin tan siquiera tener la hombría de decirle adiós… El saldo de esta experiencia: Un aborto. Tras la depresión (normal y perenne en las abortivas por “obligación”) apareció Roberto. Argentino. Bohemio. Pintor. Nada excepcional salvo que “usaba” longas barbas estilo “maharashi”, hablaba de filosofía hindú (pacifismo “gandhi” incluido). Vivían en un precioso chalet de un lindo pueblito de casas blancas, en las cercanías de la capital. Roberto gordo. “Gaviota” flaquísima. Roberto alegre. “Gaviota” triste. Roberto locuaz filósofo del amor. “Gaviota” nada… Nada y, sobre todo, silencio… Hoy, “Gaviota ” está en un hospital psiquiátrico de Madrid. “Gaviota” ya no es gaviota. Quizás hasta no sea ni el recuerdo de gaviota… porque nunca volverá a volar…
Segunda Historia:
El ozono no soporta más.- “Xaite” es una compañera de trabajo en la entidad bancaria. Tras caer en brazos de dos o tres “angelitos” tipo “bosé”… tienen que pedir el traslado a la ciudad de Zaragoza. ¿Qué pasó con “Xaite”?. Únicamente que, perteneciendo a una “buena familia” de la alta “saciedad”, huye ahora del acoso burlesco de las ironías de “los de su clase” (como ella siempre se ufanó en publicar) y huye ahora del dedo cruel de los “muy serios” de la oficina. “Xaite” huye porque no puede soportar. Los “angelitos” tipo “bosé” pululan por entre los pasillos y, en las horas del relax, sonríen para mostrar sus blancas dentaduras de blanco “pedigree” mientras sujetan la taza de café con los deditos colocados como les ha enseñado “su miguel”. Son los chicos “chic” de la oficina. Son los chicos “in” de la oficina. Son los chicos “guay” de la oficina. Muy conocidos por todos y por todas… porque, al fin y al cabo, ellos dicen: “que más da el sexo si el amor es puro”. Muy conocidos. No lo disimulan. “Xaite ” los conoce, por ejemplo, muy bien. Pero ahora vive a más de 300 kilómetros de la capital y se siente desterrada… por “curpa” de una pasión. No he mantenido nunca amistad con “Xaite” pero siempre respeté la dignidad de los compañeros y compañeras. “Xaite” es compañera. “Xaite” es mujer. No importa su orgullo ni su vanidad. Lo que me agobia es la atmósfera de este estúpido machismo que huele a huevos podridos y que cubre los cinco continentes de la Tierra. Con razón la capa de ozono ya no soporta más…
Y Tercera Historia:
Las píldoras de “Virgim”.- “Virgim” (linda emigrante ecuatoriana) ha sido engañada por un “rubio de Oklahoma” que prometió matrimonio hasta el momento en que la “conoció” del todo (como se dice hoy entre la juventud para conocernos bien), y salió de la vida de ella como el “rápido de Kansas” (porque estaba casado con una tal Katy, allá en los USA…). Y la ingenua “Virgim” (linda ecuatoriana a quien muchos quieren de verdad) vuelve a la “Discoteca Topless” para hallar su “sueño dorado”. Esta vez es un “rubio de Sidney” quien, de nuevo, repite el mismo experimento con “Virgim”. Promesa de boda si… Ella dice sí. Se levantan a la mañana siguiente…. y el “rubio” resulta que no era sidneyano sino “camberrano”. Sin embargo no es broma. Pasó hace 5 años… El año pasado (1995), visité Madrid y encontré a “Virgim”. Es desesperante hablar con “Virgim”…. sencillamente porque es imposible hablar con ella. Conversa sin hilvanar frases coherentes. Tan pronto llora (sin saber por qué) como ríe (sin tener motivos). “Virgim” es ya una treintañera pero aún mantiene algo de su belleza juvenil aunque se debate entre la neurastenia y la psicosis con anfetaminas, en el afán de encontrar un “rubio” con quien celebrar boda…
Conclusión:
¿Culpables?.- Ellas no. Ella sólo ignoran que son las víctimas de la prostitución de los sentimientos. Ignoran que prostituir es depauperar, hasta el grado máximo, lo que por sí mismo sólo es limpia naturalidad. E ignoran que prostituir los sentimientos es degradar la condición de lo noble y lo sublime hasta convertirlo en manifestación de vacuidad. En un vacío… ¿Culpables?. Sí. Los hay. Partiendo de la base de que el mundo actual es multidisciplinar y, a causa de la superintercomunicación mundial, los análisis ya no son simples, sino complejos, es necesario señalar como culpables: al ingenuo vivir de iluso sentimiento en iluso sentimiento (intercambiando “amores explosivos” como se comercian baratijas en un mercadillo de “ocasión”); al falso empeño de vivir de autoengaño en autoengaño (hasta destruir la capacidad de nuestra autoestima personal y acabar siendo el objeto que de mano en mano va y ninguno se lo queda); a los falsos profetas del “amor libre” (siempre que sea el otro o la otra el esclavo y la esclava y no yo); a los hipócritas pacifistas del “haz el amor y no la guerra” (siempre que sea el otro o la otra quien rinda sus armas mientras yo sigo llevando la canana bien repleta de munición); a tantos “intelectuales” de la posmodernidad, depredadores de la familia (ellos dicen que el hogar es un infierno), depredadores de la espiritualidad (ellos se autoproclaman los dioses sustitutos de un Dios que ellos dicen que no existe) y depredadores del amor noble (detestan el romanticismo porque aman sólo el rock de la “Edad de los Metales” y el sonido “undergruñido”… al que llaman, debido a su carencia musical, “underground” que es más moderno de pronunciar y disimula bastante…). Y !cómo no! culpables son los numerosos “donjuannadies” de la “nada nada más”, los ilustres catedráticos de las “universidades del relax” (doctores en Simulación Lingüística” y otras materias) y los ampulosos “ganadores” (algunos de ellos también ganaderos) de la Alta Sociedad S. L. y las existosas “liberadas” (algunas de ellas hasta leen libros) del querido de Mercedes… (Benz).
Addenda Final:
“Dos mujeres (o tres o cuatro o vaya usted a saber cuántas más) y “Un camino” (o dos avenidas o tres parques o no sé cuántas playas del amor) tienen la culpa.
José Orero de Julián “Diesel”
Revista Espacios U de la
Universidad Central de Quito.
Agosto de 1996.
wow! que forma de plasmar las ideas! ¿sabes? me encanta la forma en que haces pensar, sentir, y la transformación cognitiva que se estructura en la mente.
Felicidades