Para hacer una crítica constructiva del poemario “El payaso de las bofetadas” del poeta español León Felipe, es necesario, en primer lugar, hacer una breve sinopsis de su biografía personal: León Felipe Camino, llamado León Felipe, nació en Tábara (Zamora) en el año 1884 después de Jesucristo y murió en México, en el año 1968 después de Jesucristo. Poeta español por los cuatro costados (nunca renunció a su nacionalidad española a pesar de las múltiples tentaciones que hubo de superar) sus dos volúmenes de “Versos y oraciones del caminante” (1920-1929) y “Drop a star” (1933) anuncian ya el tono rebelde de toda su obra poética, acentuado por la experiencia vital de su exilio en México: “El payaso de las bofetadas” (1938) del cual me ocuparé en esta crítica literaria; “Español del éxodo y del llanto” (1939); “Ganaréis la luz” (1943), “Antología poética (1947) y “El ciervo” (1958).
Comencemos con el análisis crítico de “El payaso de las bofetadas”: León Felipe expone sus quejas ante las injusticias sociales (y este poema debería ser enseñado y comentaado en los colegios y las universidades de España y los demá países que lo decidan voluntariamente) a través de un personaje único y central: un payaso que, debido a todo lo que ha visto y vivido, decide abdicar de ser un bufón, para llamar a las cosas por su verdadero nombre.
He aquí (antes de seguir con la crítica) el poema completo… pero escrito en forma de prosa lírica para mejor compresión de los alumnos y alumnas: “Yo no sé muchas cosas, la verdad. Digo tan sólo lo que he visto. Yo he visto que la cuna del hombre la mecen con cuentos… que los gritos de angustia del hombre lo ahogan con cuentos… que el llanto del hombre lo taponan con cuentos… que los huesos del hombre los entierran con cuentos… y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos. Yo no sé mucho, la verdad. Pero me han dormido con todos los cuentos… y sé todos los cuentos”.
Sigamos analizando haciendo una observación muy necesaria: que cuando León Felipe se refiere al hombre está indicando a los dos géneros: al masculino y al femenino. Conocido este dato ya podemos criticar con sana conciencia.
Es un hecho real que los hombres al nacer son introducidos en el miedo a través del “coco” y “el hombre del saco”. ¿Qué significan estas dos frases españolas?. Lo mismo que “el cuco” en Latinoamérica. En otras palabras: introducción del miedo fantasmal desde el mismo nacimiento. Y me refiero a la época de la Historia (dejando a un lado la Prehistoria). Es igualmente cierto que los gritos que dan los expoliados y expoliadas, los que sufren de hambruna, los perseguidos por sus ideas, los acosados por las deudas bancarias (por citar sólo unos ejemplos) los ahogan con cuentos que hacen distraer a la mayoría de la población la toma de conciencia. También es cierto que cuando los hombres lloran, todo se tapona con cuentos de mal humor (riéndose de las lágrimas de los más inocentes y desvalidos y mofándose de ellos: borrachos, impedidos físicos, retrasados mentales (con perdón), jorobados y una larga serie de hombres y mujeres que sufren de físicos no atractivos.) y es cierto que a los muertos los entierran con cuentos fúnebres para meter miedo a las personas que desean vivir…
Por último, y finalizo la crítica: los hombres del mal son los que han inventado los cuentos del Mal; mientras que los hombres del bien han creado los cuentos del Bien. Y esa es la batalla actual en la que está inmersa la Universalidad Literaria.