Que Don Gregorio fue todo un gran maestro lo sabemos quienes hemos tenido la gran oportunidad de haber conocido la suficiente cultura como para saber que filosofaba a través de su propia manera de vivir. Cultura y vida. Algo que Marañón tuvo siempre como bagajes indispensables para ser un verdadero caballero de las ciencias. Existen hoy muchos galopines que andan por las ciudades, pueblos y hasta aldeas, creyendo que tienen todo el mundo entre sus manos cuando, en realidad, sólo son pobres diablos nada más. Incultos hasta la médula central de sus personalidades jamás pueden llegar a ser ni la milésima parte de lo que alcanzó a ser Don Gregorio Marañón que, en una de sus grandes manisfestaciones de sabiduría, ya predijo lo siguiente: “La semilla de la verdad puede tardar en florecer; pero al final florece, pase lo que pase”. La cuestión es que, por desgracia, algunos no pasan de ser simples brotes nada más. No van más allá de ser simples capullos. Y ya se sabe que los capullos que nunca se abren siempre permanecen cerrados por mucho que les quieras hacer meditar. Valga esta semejanza literaria para extrapolar ciertas consideraciones.
Una vez puesta en claro dicha proposición que viene a ser algo así como “capullo que no se cultiva estamos perdiendo el tiempo” vamos a diseccionar concertando ideas “gregorianas” (del gran maestro Marañón por cierto) por ver si alguno que otro, de esos “bicicleteros” de las ideas (de las cuales carecen en demasía) pueden sacar algo en limpio en este calenturiento verano que a muchos les abre el cerebro como un melón y descubrimos que sólo tienen, en su interior, un vacío existencial galopante. No me preocupa a mí esa circunstancia ni me preocupa que suceda o no suceda. Yo sólo participo del mundo en cuanto el mundo participa de la cultura. El resto es simple resto nada más.
Paula Corroto ha dicho textualmente de Don Gregorio Marañón: “El liberal tiene virtudes radicales que hacen progresar el mundo”. Esta frase, garabateada en sus hojas de apuntes, resume el pensamiento ideológico y político de Gregorio Marañón (1887-1960). Este médico y ensayista siempre defendió el liberalismo, pero no con el sentido semántico que se le atribuye hoy la oferta y la demanda como mantra supremo, sino a partir de su espíritu ético. “Su ideología estaba basada en la tolerancia hacia las ideas de los demás. Intentaba entender a los otros, aunque no compartiera su pensamiento”, explica Antonio López Vega, director de la Fundación que hoy guarda el legado del pensador.
¿Cuántas veces tenemos que concedernos la suficiente y santa paciencia de ser tolerantes con quienes no sólo no piensan de distinta manera a la nuestra sino que, y esto sí que es para que les preocupe de verdad, ni tan siquiera saben pensar? No es necesario decir que producen lástima pero más allá de que produzcan lástima es que producen indiferencia. Y como ni tengo lástima ni me produce indiferencia la existencia de ciertos incultos del intelecto a continuación escribo un buen ramillete de frases inteligentes que, como semilla fructífera, expresó el ilustre e insigne Don Gregorio Marañón, por ver si hay alguien que deja de ser “bicicletero” de la incontinencia verbal -o sea, la escasez de inteligencia- y aprende algo muy elemental: “Si quieres ser alguien de importancia para alguien que merece que seas importante prepárate para serlo”. Ahí va el ramillete de la semilla de Don Gregorio.
Si la pena no muere, se la mata (Pena)
Es una ley inexorable en la vida de los sexos, la acción anafrodisíaca de la costumbre (Costumbre)
Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones (Interpretaciones)
En el lenguaje científico la claridad es la única estética permitida (Científico)
La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás (Muchedumbre)
La pasión femenina es una selva oscura nunca explorada del todo, selva hecha a la vez de desinterés infinito y de ímpetu celoso de la posesión exclusiva (Pasión)
La rapidez que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa (Prisa)
La verdadera grandeza de la ciencia acaba valorándose por su utilidad (Ciencia)
Nadie más muerto que el olvidado (Olvido)
Sólo el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas (Volar).
Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir (Existir)
Amo tanto a España, porque la conozco (España)
El escudo con el que yo soñaría: El fin no justifica los medios (Fines)
La felicidad es un sentimiento fundamentalmente negativo: la ausencia de dolor (Ausencia)
La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual (Entusiasmo)
La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo de misterio (ciencia)
Casi siempre que un matrimonio se lleva bien, es porque uno de los esposos manda y el otro obedece (Matrimonio)
Tienes más cualidades de lo que tú mismo crees; pero para saber si son de oro bueno las monedas, hay que hacerlas rodar, hacerlas circular. Gasta tu tesoro (Cualidades)
El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo (Prisa)
No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos.(Sexo)
En este siglo acabaremos con las enfermedades, pero nos matarán las prisas (Prisa)
La verdadera sexualidad no es el simple acercamiento de los sexos, sino el trabajo creador del hombre y la maternidad de la mujer (Sexualidad)
El libro bueno es el amigo que todo lo da y nada pide. El maestro generoso que no regatea su saber ni se cansa de repetir lo que sabe. El fiel transmisor de la prudencia y de la sabiduría antigua. El consuelo de las horas tristes. El que hace olvidar al preso su cárcel y al desterrado su nostalgia. El sedante de los grandes afanes, que va dondequiera que vayamos con nuestro dolor. El mentor de las grandes decisiones. El que ablanda el corazón en los momentos de dureza, o nos vigoriza cuando empezamos a flanquear. Y después de ser todo esto, tiene la soberana grandeza de no hipotecar nuestra gratitud. Una vez leído lo volvemos sencillamente al estante, o lo dejamos olvidado en el asiento de un tren. Es igual. Ni nos guardará rencor si no se lo hemos agradecido (Libro)
Toda la historia del progreso humano se puede reducir a la lucha de la ciencia contra la superstición (Desarrollo)
En medio del clamor de los aplausos, el hombre inteligente cerrará los ojos, y con la mente pedirá a los que le aclaman: ¡Perdón por haber vencido! (Inteligente)
No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy (Amor)
Las oposiciones son el más sangriento espectáculo nacional después de los toros (Nacional)
Cada hombre lleva un fantasma de mujer, no en la imaginación que entonces sería fácil de expulsarle; sino circulando en su sangre, y cada mujer un fantasma más o menos concreto de hombre (Fantasma)
Espero que os haya divertido,,,
Mi abuela materna: A mí si me ha servido para divertirme mientras me entretenía en leerlo. Supongo que algún que otro “bicicletero” tendrá algún día que bajarse de la ignorancia y “subirse a la moto del saber”. Jejeje.
Buena forma de empezar el día, abuelita. Me gusta mucho eso de “la moto del saber” porque suena a motor para nuestras neuronas. Quien no despierte a tiempo va a tener que seguir siendo solamente un “bicicletero” nada más. Da cierta grima pensar en “esos” pero lo mejor es caminar con la conciencia tranquila y la paz como aposento para el descanso.
Caminamos por rutas desconocidas hasta que aprendemos a conocerlas, abuelita. Lo importante es que las semillas no se las lleve el viento.