Liliana es “Lina”. Leslie es “Lina”. Carla es “Lina”. Las 3 son “Lina”. Liliana de los Ángeles es “Lina”. Leslie Carolina es “Lina”. Carla Andrea es “Lina”. Las 3 son “Lina”. Como decía mi abuela materna a cierto personaje cuyo nombre no quiero decir: “¿No querías té? ¡Pues toma 3 tazas!”. Yo soñaba, desde niño de tan solo 7 de edad, con “Lina”… pero Dios me dio el regalo de que fueran 3 en vez de 1. Como diría Don Miguel de Cervantes Saavedra: “No me duelen prendas el decirlo y aún menos prendas me duele el vivirlo”. Y es que vivimos para sentirnos.
Mi lealtad por “Lina” es impoluta, total y absoluta. Ya lo dijo Luis Gabriel Carrillo: “La lealtad debe mantenerse incluso en época de contrariedad y distanciamiento”. En contraportada, Raúl del Pozo titual su habitual columna de “El Mundo” con un rotundo “Tiempo de lilas”. Por esas y otras razones de mayor peso yo escribo como podría haber escrito Francisco de Quevedo y Villegas: “No sé bien si las ofensas cupieran en mis defensas” pero hemos ganado a Georgia por 2 a 0 y vamos a montar el pollo en Brasil.
No sé si las feministas aceptarán que en vez de amar a una “Lina” yo ame a 3 “Lina” pero “señores tiene el Derecho y a lo hecho pecho”, como diría Félix Lope de Vega y Carpio. En verdad que es verdad que eso es cierto. “Si la virginidad es un vicio que vivan las sirvientas jornaleras”. No sé por qué he citado esta última frase pero, en defensa de las damas, a veces tomo té con un buen número de ellas. Meditar, probar y decidir. Lo ha dicho El Marqués Don Vicente Del Bosque. Y debe ser cierto porque, pudiendo haberme conformado solamente con una “Lina”, Dios me ha permitido amar a 3: el destello de mi Princesa (“Lina”) alcanza a mis dos Princesitas (“Lina” y “Lina”).
Pedro Calderón de la Barca habría dicho: “Nadie es más culpable, señor comendador, sino quien no come en el comedor”. A comer. Gracias a Dios comer es un buen sentimiento. Yo como, a falta de buenos chuletones, unas cuantas torrijas en Torrelodones. Y el buen fiador nunca es desconfiador. Confianza. Con té y confianza ahora resulta que no sólo amo a una “Lina” sino que amo a 3. “Miré al futuro para mejorarlo”, dijo Tommi Smith”. Eso ha sucedido también conmigo. Y en teniendo postre bueno es el mus.
Liliana es “Lina”. Carolina es “Lina”. Carlina es “Lina”. Y me sobra Catalina… de Aragón por supuesto… pero no entra en mi presupuesto. La Historia me encanta mientras el juego me espanta salvo que lleve 31 y sea mano. Ahora yo me Río de Janeiro. Voy en ascenso porque los 14 puntos los he superado hasta llegar a los 27. Cosas del Mágico Solitario.
Firmo y rubrico esta confesión al día 16 de octubre, miércoles, del año 2013 después de Jesucristo.
Mi abuela materna: Okey.
Okey.
Mi abuela materna: Muy verdadero porque es muy real.
Muy real porque es muy verdadero.
Mi abuela materna: Entendamos bien las cosas antes de escribir las prosas. Yo también hago pareados para combatir a los mareados. Si tú amas a Lina es que tu alma es muy fina. Quien no quiera aceptarlo que sepa al fin captarlo. Y olé con el café.
Buenos pareados abuelita. A veces los pareados sirven para los apaleados. Y olé.