Dicen que las palabras se las lleva el viento. Eso dicen. Pero cuando las palabras están llenas de odio, recelo, maldad, pesan tanto que ni el viento puede con ellas. Se van quedando estancadas merodeàndo y pululando a nuestro alrededor, asi que cuando respiramos, a veces, muchas veces, sentimos una angustia terrible sin saber por què. El aire es espeso y nos cuesta respirar. Son todas esas palabras que no se deberìan haber dicho, las que nos entran por la garganta, arrasando nuestros pulmones, hasta llegar al corazón destrozàndolo en milésimas del tiempo. Yo no creo que las palabritas se las lleve el viento. Así que, tengamos cuidado, a veces el silencio es autèntico. Muchas veces.
Saludos. Alaia
Las palabras quedan en el regazo de la memoria. Todo es importante. Por eso es necesario saber qué es lo que vamos a decir. No, Alaia, el viento no se lleva las palabras… el viento se lleva la tristeza pero quedan siempre los minutos en que ciertas palabras fueron pronunicadas. Un beso, Alaia.
no se por que, quizas hay momentos en los que creemos que la vida es pesada, pero pesan mas las palabras, no se, tienen ese sentimiento de herir a hondo lo que queremos, es mucho mejor el silencio, de saber lo que no hacemos y de decir lo que no hemos echo, es mejor el silencio, asi no escabamos el hondo de nuestro corazon para sentir que mientras mas palabras desimos mas herimos, y mientras mas callamos mas hipocritas somos, y mientras mas insconstantes mas miserables podemos ser.
un abrazo albert.
Nada de lo que digamos, hagamos o callemos es tan leve como para que el viento pueda arrastrarlo.Todas nuestras decisiones,pienso yo,tienen su consecuencia en nosotros y en los demás.Hemos de ser responsables para no hacer más pesado aún el aire que respiramos.
Un saludo Alaia.