No paran de danzar en mi cabeza, da igual el momento, la hora, el lugar. Aunque su instante selecto y singular sea la noche. Cuando creo adentrarme en un túnel oscuro y silencioso que me desacopla del mundo real para transitar por el de los sueños, ellas, sin ningún rubor ni pesadumbre comienzan su fiesta donde están invitadas las palabras, las frases, las historias…
Todas quieren ser las reinas del baile, las protagonistas, pero la competencia es tal, que llegado el momento de distinguir no soy capaz de hacerlo, porque todas me parecen perfectas, insustituibles, necesarias. Ellas se abrazan a mi cabeza formando una corona de ideas rutilantes y valiosas como joyas, a las que no puedo dejar de custodiar en aquella parte de mi cerebro donde se celebra el baile y que una vez regrese del tránsito nocturno, idearé la fórmula magistral para que ninguna quede abandonada en la Necrópolis de las Letras Perdidas.
Glosagon.
Hola. Leo tu texto y se me ocurre solo decir “Hola” a tus sueños. No recurras a la facilidad de aliminar a unos para elegir a otros. Prefiérelos a todos a pesar de que no tengamos nunca ninguno tan perfecto como indica la Academia. Posiblemente sean incluso mejores.
Nunca digo “adios” a ninguna idea, en algún momento podrá encontrar su lugar idóneo y alumbrar. ¿Porqué no?
Si acaso encuentras esa formula magistral … No te olvides de nosotros! Un gusto.