Este nochueño pasado no he podido desarrollar ningún pensamiento; pero se me han ocurrido 6 nuevas palabras para el Diccionario Vorem que os las envío a todos los voremistas:

Liriasis.- Oasis de Voremia, llenos de candinfloras y donde los poetas voremistas se acercan para llenarse de inspiración bebiendo de la nectarlunia que producen dichas candinfloras. Las flores de las candinfloras (llamadas Florilunias) se abren durante las noches de lunas anaranjadas (porque las lunas de Voremia son anaranjadas al parecer, aunque hay que saber que opinan los demás voremistas para poder consignar de qué color son las lunas de voremia que, por ciertos son Mil Y Una Lunas (lo cual hace pensar que no todas las lunas de Voremia son de color anaranjado). Hasta ahora yo solo las he visto de este color pero estoy seguro que entre Mil y Una Flores (como entre Mil y Una Noches) las hay de todos los colores.

Miliunario.- Conjunto de las Mil y Una Flores que existen en la atmósfera del planeta Voremia.

Florilunias.- Flores de Voremia. Muchos creen que sólo existen florilunias en Voremia. No es cierto. También hay Solurios y otras muchas especies que los propios botánicos voremistas van a descubrir y van a ir significando cuando las vayan descubriendo. Estoy seguro de será así. Las florilunias (que repito que no son las únicas flores de Voremia) se abren durante las noches.

Candinflora.- Plantas de los liriasis de Voremia que producen en sus pétalos, sépalos y todo el resto de su organismo vegetal, un néctar llamado nectarlunia que, al ser bebido plácidamente por los poetas voremistas, produce una sensación de profundo bienestar mientras invita a crear poesía. Algunos investigadores terrícolas dicen que es un néctar dionisíaco (no es cierto) y otros señalan que es algo muy parecido a la ambrosía de los dioses griegos (tampoco es cierto).

Nectarlunia.- Néctar de las flores llamadas florulanias de Vorem. Tiene sabor a naranja pero es mucho más agradable al paladar que la ambrosia de los dioses griegos y que los néctares dionisiacos. Los sabios terrestres intentan explicar el verdadero sabor de este néctar, que no es el único que se bebe en Voremia porque, repetimos, hay millones de flores diferentes en este planeta y todas tienen néctar en su interior (sólo es necesario saborearlo libremente y para ello no es necesario exprimir nada -lo cual es otra clara diferencia con las naranjas terrestres- sino simplemente apartar una pequeña membrana quue protege al líquido y que se llama Belioanto

Beliocanto.- Membrana que cubre el néctar de las flores de Voremia. Que no es un bello canto a lo terrestre ni un velo (más o menos canto) de los terrícolas (más o menos marcianos). El Beliocanto de las plantas de Voremia es una fina membrana celular pero todavía nadie sabe explicarse por qué es tan sutil su composición y por qué es tan firme y resistente a pesar de su aparente fragilidad. Cuando se le intenta abrir con la dureza de un escoplo, un martillo o incluso un abrelatas, no se consigue y, sin embargo, cuando se intenta abrir con un simple sentimiento se abre de inmediato.