Lizzy (diminutivo cariñoso de Isabelita) es una gatita negra, con el pecho blanco, que es símbolo viviente del Centro Cultural Infanta Elena a donde voy todos los días a cultivar un poco el espíritu: una obra teatral, la proyección de una película, una conferencia dictada por alguna autoridad intelectual, danza, la presentación de algún libro, concierto musical, etcétera. Y también es aquí donde acudo muchas veces a escribir mis textos para el Vorem.
Pues bien, la gatita Lizzy, siempre está aquí, tomando el sol a la puerta del Centro, esperando a quienes la queremos y la llamamos cariñosamente (Lizzy… Lizzy… ven aquí Lizzy…). Ella acude solícita a que la acariciemos el lobo y la cabecita y se deja mimar. Es muy mimosa Lizzy. Siempre está ronroneando de placer y haciendo pasar unos momentos gratos y agradables a quienes la queremos con total desinterés. Y le damos algo de comer que ella agradece restregando su lomo por nuestras piernas.
El caso es que ver a Lizzy siempre trae alegría a nuestros corazones. Es una gatita hermosa. Con sus ojos de color verdoso siempre brillantes y ese misterio ancestral propio de todos los gatos. Independientes por naturaleza pero melosos a la hora de recibir y dar caricias, los gatos como Lizzy animan a tener confianza a las gentes del barrio que acudimos al Centro Cultural. Y es por eso por lo que comenzamos siempre el día con el ánimo dispuesto a la buena ventura. Hoy escribo de Lizzy porque gozar de sus caricias es síntoma de amistad feliz. Y Lizzy se marcha hacia la calle después de haber recibido su buena ración de caricias y después de haberme levantado, una vez más, el ánimo de mi corazón. Siempre feliz mi querida gatita Lizzy…
Ay, qué diferente del borde de mi gato, al que sin embargo adoro. Es un pelirrojo con mezcla de blanco que rescaté hace tres años y medio, sólo tenía quince días, pero alguna vez me muerde, creo que para reclamar atención. No me desprendo de él porque ¿quién le iba a querer? Así que le sufro, aunque sé que me quiere.
Lizzy debe ser un encanto, como otra gatita que rescaté el verano pasado y le coloqué a mi hijo.
Dale a Lizzy un achuchón de mi parte. Qué suerte tienes de poder ir cada día al Centro Cultural y que tengan tantas actividades… y a Lizzy. Me alegro.
Un abrazo, Diesel.
Los gatos transmiten a los corazones receptivos una sabiduria muy especial, te dan parte de su fuerza vital, para alegrarte el corazón si te siente afligido, y si estas contento conpartira contigo sus risas gatunas y juegos.
Siempre dando sin pedir nada a cambio, tan solo se conforman con una tierna caricia y que le hables, pues para ellos somos un igual, no nos diferencian de ellos como los perros, de ahí su sutil independencia y fuerte personalidad felina.
Un besazo con abrazo amigo diesel.
Tambien de parte de mi gata carlota
hola, q bn, a mi me encantqn los gatos y si son seres astrales agicos geniales y genuinos no tendran 9 vidas pero nos dan vida, notengo gatos porq mis perros los matarian pero me encanta cuando e tenido gatos q entre otras e van porq son medio salvajes, me encanta cuando se ponena jugar, o ha hacer maromas para q les coloqmos atension en fin, bye…..ojala la gatita dure mcuho…..hay gente grandobletriple%&”%&# q les gsuta hacerle daño a los animales……
bye
§ombra§