Dicen algunos expertos en Sexología que lo importante es que nos enfoquemos en esto de los amores a través de la “Orgonomía de los orgones”… algo así como si tuviésemos que tener miedo de los “ogros” (perdón pero cacofónicamente se asemeja a “ogronomía” y por eso resulta fácil el chiste). Y es que resulta que quienes ya sabemos lo que es la Sexología sólo podemos reirnos simplemente de Teorías Complicadas para hacernos dudar de si “somos” o “no somos” capaces de entender, por ejemplo… “la primera vez que lo hice” o “cómo hacer que la una parte de la pareja -y hablo de los heterosexuales- seamos capaces de satisfacer a la otra parte”.
¿Qué teoría es esa de los orgones (“ogrones”) de la sexualidad?. Demasiados ruídos pero pocas nueces; que en cuestión de materia sexual lo más fácil de entender (y lo más sabio) es dejar que actúe la naturaleza que Dios creó para los humanos desde los tiempos de Adán y Eva o los primeros homínidos (sea cual sea nuestra manera de entender la Creación del Hombre y la Mujer) dejándose de complejos psicológicos creados por el maremagnum en que nos han metido los psicólogos y los psiquiatras “freudianos”.
!Vamos ya de tanta “sustancia” licenciosa!. !Dejémonos de engaños hormonísticos!. La cuestión de los orgasmos femeninos y masculinos son simplemente productos de saber amar como ama el león a la leona, por poner un sencillo ejemplo. Lo demás es pura paja en medio del trigo. Que en mis pueblos de España llamamos al pan pan y al vino vino y por supuesto a la sexualidad sexualidad. Pero nada de “orgones” (ogrones para meternos miedo) entendemos ni falta que nos hace. Así de claro y contundente es mi forma y manera cristiana de entender lo que es la sexualidad. Y hablo de ello por experiencia, ya que soy un hombre casado con una mujer…
¿Entendido, señores “psicosis”?. Que para entender de psicosis prefiero dejar los “orgrones” a un lado y visualizar una película de Alfred Hitchcock mientras me preparo orgánicamente para hacer el amor noble con ella después de habernos reído un poco…