En las calles enormes donde las iglesias y la luz amarilla del sol parecen saludar con nostalgias a la barahúnda de seres humanos que pululan por ellas, un laberinto de sueños se entrecruzan saludándose de memoria…
– Buenos días… hermano…
– Buenos días también para usted.
El globo rojo de un escaparate de tienda de cristalería, se dibuja la sonrisa de la mañana…
– Buenos días Don Anselmo…
– Bueno días, Paco… ¿qué deseas comprar hoy?.
– Deseo una Luna Nueva para esta misma noche.
– Eso está hecho. Asómese al balcón a las 9. !Allí estará!.
– ¿Y cuánto me va a costar?.
– Solamente un pequeño sueño…
Comienza a hacer su desfile un pequeño rosario de hormigas por las enlosadas calles de la ciudad. Son las obreras que trabajan incansablemente…
La etérea vida va brotando entre las ilusiones y las verdades. Todos caminan hacia sus destinos. En cada encrucijada de las estrechas callejuelas de la parte vieja de la ciudad hay otros pequeños sueños anhelando Lunas Nuevas para su existencia…
– Buenos días, compadre…
– ¿Qué tal estamos Teresita?.
– Nada. Que quiero unos zapatos nuevos para bailar esta noche…
Esta noche habrá Fiesta Mayor. Por eso los viandantes se embelesan soñando ideales en sus pequeños mundos.
Si, amiga. Fiesta de Luna Nueva para brindar por los Sueños (con mayúscula)
Y entre acordes de fiesta nos perderemos entre la multitud.
Un abrazo Diesel.