Esta mañana ha amanecido azul en el pueblo y todos los pájaros canoros han comezado a chirriar escandalosamente. Un mosquito que volaba por los alrededores de un grupo de begonias ha iniciado un baile de “sanvito” cerca de ella. Hasta que una de las flores le ha dicho.
— !Deja ya de jacer el ridículo, anónimo moquito, y vete a ganarte la vida con otra cosa!. !Como bailarín eres un desastre!.
El mosquito, que debe tener la autoestima por los suelos, se ha ido dolorido hacia las afueras del jardín.
Yo, que he presenciado la escena desde una distancia prudencial, no he tenido más remedio que apuntar el dato en mi Diario mientras sigo mi camino hacia la Plaza Bohemia donde reside la central de la ONG para la que trabajo.
Mañana Azul. Pájaros canoros, ramilletes de begonias y un mosquito con baja autoestima.
– !Un café con lucha y dos bolsitas de azúcar, Manolo!.
Y ha comenzado mi jornada diaria…