Primera incursión laboral en tierras americanas. Resulta que, en la ciudad de Quito, capital histórica y legítima de la República de Ecuador, en la Agencia Efe (española para más señas) me vuelven a decir que no. Bueno. No importa. Pocos días después ya estoy contratado como Jefe de Redacción de la revista Magazine Internacional y hasta me nombran Director Técnico. Me entretengo en colaborar con el diseñador de la revista y le corrijo para que no se confunda conmigo. Una vez terminada mi labor y con Magazine Internacional ya terminado y difundido cara al público, presento mi renuncia. ¿Qué motivos tuve para hacerlo?
Muy fácil de comprender. Yo no estaba de acuerdo con la línea editorial del Director Ejecutivo que era el propietario de la Revista. No me gustaba trabajar solamente para los altos ejecutivos y además rechazo eso de extorsionar a las instituciones públicas para que nos paguen a cambio de repetir siempre los mismos reportajes de siempre. O me dan libertad de acción para cambiar el sistema o me largo. Y como el sistema no cambia, me despido y que sean ustedes todos muy felices. Lo que no aguanto es a un tirano arremetiendo contra una chavala de muy buen ver y hacerla llorar delante de todos. Me acerco a ella y le digo que si tiene problemas laborales que me lo haga saber pero que se dé prisa porque me voy a volver a España. Y eso fue lo que pasó. El último número de Magazine Internacional fue un éxito, pero al tirano Director Ejecutivo y al de la Agencia Efe (que me cuentan que se emborracha todas las noches) les di un corte de mangas para hacer justicia no sin antes haber aprovechado la ocasión para ampliar mi lista de tenistas ecuatorianos. Chao.