Llenó sus ojos de palomas; inundó su corazón de un verde valle repleto de abedules y adentró en sus entrañas las misiones viajeras de quien toma el rumbo de lo desconocido para saborear su propia personalidad. Yo no la dije nada. Sólo miré sus ojos llenos de palomas; escuché latir su corazón de verde esperanza y me adentré en sus sueños de viaje. Sé que a veces acertará y otras tendrá errores… pero estoy seguro de que cuando volvamos a encontrarnos, con la próxima primavera cantándonos las edades de los tiempos, veré a una mujer mucho más completa, mucho más exacta, mucho más real. !Suerte!. Estoy seguro de que tus sueños serán experiencia para contarnos en la próxima primavera.