María Castaña o María Castiñeira, (Cereixa, Puebla del Brollón, Lugo, siglo XIV). Fue una heroína gallega. Lideró una revuelta en la ciudad de Lugo contra el poder eclesiástico. El rey Fernando II de León ratificó el testamento del Obispo Odoario, por el que el señorío de la ciudad de Lugo pasaba a manos de la catedral de dicha ciudad. Ésto provocó el enfrentamiento entre las autoridades civiles y eclesiásticas, originando varias revueltas. Una de las revueltas, contra los impuestos que el obispo de Lugo cobraba tuvo lugar en 1386, bajo el reinado de Juan I de Castilla, fue encabezada por María Castaña contra el obispo de Lugo, Pedro López de Aguiar, que acabó con la muerte del mayordomo del obispo, Francisco Fernández. Sofocada la revuelta, María Castaña y sus dos hijos (o según las fuentes, sus cuñados), Gonzalo Cego y Afonso Cego, fueron apresados, acusados de provocar la muerte del mayordomo y obligados a donar sus bienes, entre ellos las posesiones en coto de Cereixa en Tierra de Lemos y mil maravedíes a la Iglesia.
María Castaña es mencionada habitualmente en la frase “…en tiempos de María Castaña” o “…en tiempos de Maricastaña”, cuando alguien quiere referirse a algo propio del pasado. A pesar de ser conocida dicha expresión, la figura de María Castaña como personaje histórico no era tan conocida. Prueba de lo anterior fue el rechazo que provocó en la población de una calle de Lugo cuando el Ayuntamiento de Lugo decidió poner su nombre a dicha calle, en 1986.
Gracias a la labor pedagógica del profesor e investigador de cultura popular lucense Isidoro Rodríguez Pérez que junto a otras personas crearon el grupo “María Castaña”, su figura llegó a un conocimiento más amplio, lo que ha facilitado que en el año 2000, Lugo tuviera al fin una calle con el nombre de “María Castaña”.
En 1995 se creó en Córdoba el Centro Cultural Independiente María Castaña.
Un vino gallego lleva su nombre.