Las ninfas gentiles eligen sus breves suspiros
sobre las olas tranquilas repatriadas en el mar
y un púrpura de cristales finos son presencia
que se escurrre dando saltos subterráneos.
La febril simiente de este mar ya desnudo
vibra junto al cuerpo de la barca inquieta
y se abre una blanca espuma de tritones
haciendo frondoda frontera entre corazón y alma.
El viento alto se eleva en la alta mar
y el tiempo se hace fiel con la luz lejana.
En el fondo del alba sigue siendo el sueño
un despertar flameado por el rojo amanecer.
Tu amor al mar te hace escribir cosas talentosas.
Un abrazote!!
Escondes sueños dignos de leer en tu corazón. Tu mar es infinito, puro y sincero.
Quizás sea el viento y la blanca espuma de los tritones quien a nosotros lo traiga.
Un placer, Diesel.