Me voy contigo, estela marinera de los ojos profundos donde me hundo en todos mis atardeceres. Me voy contigo a besar las horas de la pacífica existencia de los retamares, las jaras y las garrovillas; las horas pacíficas del jilguero, el cormorán y las gaviotas. Me voy contigo para alejarme de la soledad e introducirme una vez más en todas tus canciones, princesa del sueño enardecido. Me voy contigo… y allí donde no exista otra cosa más que tus latidos me voy contigo.
Me voy contigo, aroma del sentido universal que prendes en mi alma el canto del ruiseñor. Me voy contigo, a escuchar las ondas del viento apaciguado bajo el sol de todos los amaneceres. Me voy contigo a hundirme en todas las raíces de tu cuerpo y sentirme, así, hombre exacto y verdadero. Me voy contigo sin más equipaje que la sangre y el latido.
Me voy contigo a besar tus labios en las albas, cuando las golondrinas hacen despertar todos mis sentidos. Me voy contigo a pulsar el tictac de todo el corazón de tu presencia. A asumir la música del nuevo amanecer traducida a través de toda tu materia. Me voy contigo a sentir el abrigo de todo tu poema. Para decirte que soy, solamente porque tú existes, el hombre que sueña en todas las esquinas.
Me voy contigo para adentrarme en el centro de todos los poemas; para adorar tu rostro embellecido por las madréporas y para sentir, en toda mi extensa palpitación, tu beso enamorado. Me voy contigo allí, al otro lado…
Me voy contigo a bailar con todas las estrellas del firmamento y elegirte reina de todo el Universo. Me voy contigo a montar en el cometa de la fantasía y llevarte hacia los extremos más infinitos del placer. A saborear los ecos de todos los sonidos y expresarte con palabras escritas en el aire. Me voy contigo allá donde nadie más esté presente sino tú, yo y el silencio engendrador.
Me voy contigo a la otra orilla, en la barca llamada Libertad, para verte toda entera, cuerpo a cuerpo, sin más ropaje que el color y el calor de todos los espermas del verso inacabo. Me voy contigo allí, al lado…
Me voy contigo a soñarte en todo el centro de mis brazos y asirte en todos los espejos de mi ánimo, Me voy contigo allí donde el castaño crece enhebrado en las lianas de la selvática aspereza.
Me voy contigo a gozar de toda la hermosura de esos tus ojos profundos y sinceros. A palpar la síntesis de todo tu organismo en el vivir enamorado del crepúsculo, cuando el Sol enrojecido por la escarcha ponga en mi boca el sabor de todas tus esencias. Me voy contigo a saber de otra ciencia.
Me voy contigo a aprender las nuevas lecturas de mis versos que están escritos para sentirte aún más allá del límite sereno. Y agitado en el empeño de amarte más, me voy contigo hasta la cifra enigmática del alfa y el omega. Me voy contigo del principio al final de todos los siglos. Me voy contigo…
Me voy contigo hasta lo más hondo de los abismos marineros, a lo más elevado de los espacios aéreos, a los más calientes desiertos de la Tierra y a las más silenciosas playas donde los albatros dejen sus mensajes en forma de corazón abierto a las palabras.
Me voy contigo a saborear la sal de todos tus sabores y el azucarado néctar de todas tus miradas. Me voy contigo a subir a lo más alto del viento y bajar a lo más hondo del calor. Me voy contigo a volar más allá de las prisiones en que nos quieren atar los segundos imperfectos de las alevosías.
Me voy contigo más allá de las celosías, para abrirnos todas las compuertas del sentir, perdidos ya en la niebla y reencontrados al otro lado del espejo. Me voy contigo más allá del viejo tiempo de los secoyas, a los ubérrimos oasis de vida y de futuro. Me voy contigo hacia el delirio.
Me voy contigo a saber del lirio y del orégano, la palma y el ciprés. Y superada la muerte de todas las tristezas me voy contigo a la eterna compañía del sinfónico infinito.
Me voy contigo a bañarme en todo el oleaje de tu espuma y sentirme más completo en tu presencia. Me voy contigo por ser la esencia de todo mi afán y mi Destino. Me voy contigo a seguir el camino…
Me voy contigo a la ascendente llamarada del volcán, a la silente humareda del vocablo que habla de amor simplemente. Me voy contigo más allá de la muerte y mi mente abierta se va contigo, con tu cuerpo y tu simiente…
Me voy contigo para germinar en los nuevos despertares y al fondo -muy al fondo- me voy contigo para hundirme en el océano de todo tu archipiélago. Me voy contigo a solas, sin más compañía que todo el universo de mi verso… para amarte con toda la espuma de mis ritmos y toda la poesía del latir.