Aun recuerdo tu piel desnuda reflejada en el espejo con la simple luz de una vela a punto de acabar.
De acabar, como acabó aquella historia que hoy se convirtió en una pequeña estrella olvidada entre todas las demás.
Y sin que nadie mire, sola y sin más en que pensar, ojeo tu vida como desde una lupa microscópica.
Así es, amigo mío, casi casi amor.
Recuerdo el aceite resbalando entre tus dedos, la sonrisa cálida de la experiencia.
Nuestro mejor momento, nuestro. Y ya no queda nada; mas sin embargo te siento y sé que me seguirás, que me seguirá esa pequeña estrella. Porque nuestros corazones ahora tienen dueño.
Tú, la vela, el incienso, la cena rápida acompañada de lo mejor de ti. El miedo a despertar y no verte. El miedo a perder otra oportunidad.
Si, te amé y hoy la ilusión triste y desenfadada le sigue hablando al alma.
Que tengas suerte amor, que aunque no veas yo seguiré aquí. Aunque no lo sepas en mi corazón navegas contra las olas de un ayer.
Te quiero, da igual de que forma, pero te quiero.
A esa piel blanca, a esos ojos pequeños y esa mirada secreta que jamás llegué a conocer.
Te quiero amigo, te quiero. Mi casi casi…amor.
Un casi casi amor lleno de ternura, Nasia… lleno de recuerdo perenne y de esperanza. Un casi casi amor que es amor completo. Un beso.