Mi patria es un almendro
en cuya sombra me recojo;
el vuelo de un petirrojo,
ese niño que despierta
y el anciano de la soledad.
Mi patria es un beso de mujer
en un atardecer rojo;
el sentido de un sollozo,
un pueblo que canta y llora
y el tránsito de la ciudad.
Mi patria es una aldea
llena de luz y sonrojo;
el agua de un hondo pozo,
una oda escrita en verso
que se hace sinceridad.
Mi patria es blanca ola
que se mueve con antojo;
y la idea que yo escojo
dentro del vocabulario
de la breve realidad.