“Mi ventaja es que muchos creen que no tengo ninguna posibilidad”. Esta frase la ha dicho el tenista checo Radek Stepanek, y la traigo a mi Diario porque a mí me sucede lo mismo. El tenista Radek Stepanek es un desconocido pero no un total desconocido e igual pasa conmigo. Lo que sucede, en la realidad de nuestras existencias, es que entre ser un desconocido y ser un total desconocido hay una inmensa distancia y una infinita diferencia. Muchos creen que yo no tengo ninguna posibilidad y se equivocan de cabo a rabo; porque resulta que ya he tenido muchas posibilidades y todas ellas las he aprovechado con grandes éxitos. De esto he hablado algunas veces.

Tanto en el plano de lo personal y lo sentimental como en el plano de lo social y lo profesional he sabido ya obtener éxitos en todo lo que voy soñando y haciendo realidad. Y no paro en esta forma de obtener victorias. Lo que sucede es que muchos no lo saben, pero el desconocimiento de muchos no es mi realidad. Por eso sigo adelante y no soy un total desconocido sino solamente un desconocido para quienes no me conocen ni a mí ni a mis obras. El éxito no depende de que seas conocido o desconocido. El éxito sólo depende de cómo haces las cosas y de cómo aprovechas las oportunidades. Además, también hay que añadir a todo esto que los envidiosos van a ir diciendo siempre que no tienes oportunidades ni sabes aprovecharlas; lo cual, como ya he demostrado en infinidad de ocasiones, en mi caso es totalmente falso. La envidia es la que no les hace ver a los envidiosos. Radek Stepanek lleva razón. Y yo también. Lejos de la vanidad y de la falsa modestia lo afirmo solamente porque es la verdad. Otra cosa muy diferente es que ciertas oportunidades que he tenido o sigo teniendo las dejo pasar de largo porque no me convienen para nada. Pero mi pasado, mi presente y mi futuro están llenos de oportunidades que he sabido aprovechar de manera valiente pero siempre noble.

Cierro hoy mi Diario con una frase que comentaré esta misma tarde: “Siempre se posee todo lo que se ama”. Expresaré mis ideas sobre esta frase mía cuando llegue su debido tiempo. Ahora es hora de descansar después de haber comido Gracias a Dios y en el nombre de Jesucristo a través de la Gracia del Espíritu Santo. A quien le duela esta forma de ser no es por mi culpa sino por la suya. Amén.