Muchas veces hemos escrito y comentado aquí, en esta página, sobre lo que es el silencio y los diversos puntos de vista que tenemos sobre el silencio. Ahora yo medito sobre si el silencio debemos mantenerlo a capa y espada o es muchas veces necesario hablar.

Escojo una frase de William Shakespeare que dijo: “Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”, a lo cual se opuso el filósofo y escritor vasco-español que señaló: “A veces el silencio es la gran mentira”. ¿Cómo interpretar entonces al filósofo chino Confucio al decir aquello de “El silencio es el único amigo que no traiciona”. ¿Siempre es obligatorio guardar silencio?.

Yo respondo con dos citas famosas. Una es de Santa Catalina de Siena quien gritó a los cuatro vientos: “!Gritad ante el silencio!. !Gritad con cien mil lenguas!. Porque, por haber callado el mundo está tan podrido”. Y lo dijo ya en el lejano siglo XIV.

Yo afirmo que hubo alguien que dijo: “Si me hacéis callar hasta los montes, y los ríos, y las piedras de los caminos gritarán por mi”. Fue, nada más y nada menos, que Jesucristo. !No guardeis silencio ante las injusticias!. !No os mantegáis al margen cuando veáis abusos de poder, o mafias de delincuentes intentando meter miedo a las personas!. !No calléis nunca, sino gritadlo por los cinco continentes, ante la Maldad en todas sus vertientes!. Porque así, solamente así, gritando fuertemente NO A LA MALDAD podremos construir, en este siglo XXI, el mundo que debió haberse construido cuando Jesucristo habló en su primera venida a la Tierra.