Hay veces que dan ganas
de tender el corazón
y con una pinza en cada lado
la del tiempo, la del olvido
dejarlo secar al sol.
Y ver como choca en la acera
la gota donde va su dolor,
la gota donde está su daño,
la gota donde se encuentra
ese amor.
Despacio una a una irán cayendo
sin que apenas las pueda ver
solamente cuando en el suelo
en charco se formen las tres.
Una, dos, tres gotas se han unido
hasta juntas quieren morir
no sin antes convencer al recuerdo
que las rescate de allí.
Cuatro, cinco y seis son las siguientes
que el mismo destino tendrán
tristeza, nostalgia y pena
a la esperanza cederá libertad.
Y esperando a que todas caigan
observando contemplaré
como la gota del pasado
las convierte en el ayer.
Entonces recogeré el corazón
antes que se seque él
lo guardaré junto con las pinzas
y con sus gotas de paciencia…
esperaré.
María. Martín.T.
Muy bonito y visual