De fondo el escalofriante sonido de las campanas a media noche junto con el llanto de un niño al que le cuesta conciliar el sueño…de repente un gato aparece a mis pies con una mirada realmente triste y pienso… no soy la única que se siente sola. Miro al cielo no hay nada, ni estrellas, ni luna, ni viento…
De sorpresa me suena el teléfono móvil, ese aparato al que el ser humano está irremediablemente conectado, y adivino quien llama y pienso; ahora es demasiado tarde, ya no quedan en el cielo ni estrellas, ni luna, ni viento… ya me siento sola.
Buena la sinceridad del texto; en base a ello te puedo decir que me gusta la escena que se representa pero la soledad se combate con el sentimiento y el sentimiento siempre es una presencia… así que no te sientas sola porque al final de la tristeza nos queda la fe que nos salva de la angustia. Las estrellas siguen existiendo. La luna también. Y lo mismo digo del viento… así que con más razón existen personas que nos quieren y nos aman.
Que triste sentimiento.. pero en realidad, es una atmósfera muy reflexiva en la que estabas, o al menos asi parece. Esas noches me gustan por su quietud y el aire filosofico y como ya dije antes, reflexivo en el que uno se mete. Es algo íntimo y es algo que te quita una sonrisa abierta, pero es parte del vivir. Le dejaste un aire bohemio que me gusta en lo textos. Este me gustó.. ánimo Elbereth, seguí escribiendo para no dejar de leerte.. 😉
de repente un gato aparece a mis pies con una mirada realmente triste y pienso… no soy la única que se siente sola…Estupendo decir, has logrado en pocas líneas algo común a casi todos.Beso admirado.