Esta noche un signo de farándula
entra por la luz del farol vecino
y una liturgia de canto aflamencado
me sumerge en el ritmo de su danza.

¿Quién hizo que el mar sea tran profundo
que se oye el batir de sus olas en la fiesta?.

Los gitanos conservan su costumbre
de cantar canciones de tormento.

Un beso sale de la luna hacia una estrella
que titila con la zambra y el fandango
y una voz que viene de los montes
se mezcla en las hogueras con pinturas.

Es un cuadro. Un cuadro lleno de carmines
donde ha besado un pintor a su acuarela
y los gitanos siguen danzando con sus corazones
ardiendo en el calor de las hogueras.

El pintor sigue la fiesta desde lo alto
de la buhardilla de adobe y de pinturas
y un amante viene despacio, muy despacio,
en dirección al centro de sus sueños.

Cantan las estrellas. Canta la luna.
Cantan los gitanos bajo el cielo.
Canta el pintor con sus pinceles…
y el amante sigue caminando…

Al final un raudo cometa enciende
y rasga lo negro de la noche
para hacer luces de colores
en la sombra de la gitana enamorada.